De acuerdo a lo que publica el Daily Mail, que a su vez cita la reedición con un capítulo extra del libro “Courtney Comes Clean – The High Life and Dark Depths of Music's Most Controversial Icon”, Frances Bean Cobain, la hija que Courtney Love tuvo con el fallecido líder de Nirvana, acusa a su madre de causar la muerte de varios animales de compañía que tuvieron en casa.
En 2009, Frances Bean, solicitó una orden de alejamiento de su madre tras un altercado físico que tuvieron y que le fue concedida. Su hija acusa a Love de vivir a base de drogas, de creer en teorías conspirativas y la acusa de buscar una pelea en casa de su ex-novio, James Barber.
“(Love) ha tomado drogas desde que tengo uso de razón” afirma Frances Bean. “Básicamete vive de Xanax, Adderall, Sonata y Abilify, azúcar y cigarrillos. Raramente come… A menudo se duerme en su cama mientras fuma y no paro de preocuparme porque origine un incendio (cosa que ya ha hecho tres veces) que amenace nuestras vidas.”
Parece que, además, la desordenada vida de Love provocó la muerte de dos mascotas. Cuenta Frances que su gato murió después de quedar aplastado por montañas de paños de Etsy, cajas de papeles, basura y otras cosas, mientras que un perro murió tras tragarse una de las pastillas de Love.
También recuerda como con 17 años, Love la llevó en taxi hasta la casa de quien entoces era su novio, James Barber, para ver como se peleaba con él. “Me metió en un taxi a su casa, por la noche, y desde fuera de la casa, descalza, le gritó, le lanzó piedras a la casa y amenazó con quemarsela. Sus hijos estaban en casa pero eso no detuvo a mi madre.”
Se refiere a las constantes proclamas de su madre de que le roban dinero: “Mi madre está obsesionada con destapar un fraude e invierte mucha parte del día despotricando del fraude que hemos sufrido ella y yo. No para de soltar sus muchas teorías al respecto de las incidencias del ‘fraude’.”
Asegura que “pega portazos, rompe cosas, pisotea en hoteles o apartamentos y pasa horas al teléfono, gritando.” Incluso cuenta que su madre incluso llegó a amenazar con tirarse del balcón.
La orden de alejamiento obigaba a Love a no acercarse no solo a su hija sino también su perro, su abuela paterna y su tía, Kimberly Cobain.