En vísperas a la ceremonia de entrega de los premios Grammy, Dave Grohl, líder de Foo Fighters y Butch Vig, batería de Garbage pero sobre todo conocido por su papel como productor entre muchos otros del último disco de los Foos, charlaron animadamente con el Hollywood Reporter sobre el disco y la situación de la industria discográfica.
Vig reconoce que la pre-producción si fue hecha en un estudio de las más altas prestaciones, valorado en un millón de dólares pero la grabación fue distinta.
“Grabamos el disco en el garaje (de mi casa) que es exactamente lo contrario a lo que la mayoría de gente hace. Creí que lo más importante era el ambiente en el que grabamos y como lo hacemos más que no meternos en el estudio más bonito de la ciudad y hacer el mismo proceso que cualquier banda hace. ¿Por qué no hacerlo emocionante? Tenía todo el sentido. Butch es genial haciendo que las bandas suenen genial. Normalmente yo tiro en otra dirección. Quiero que suene genial de un modo jodido y Butch y yo nos encontramos. Hay pocas bandas que tengan disco con Butch – Sonic Youth tiene su disco con Butch Vig, Nirvana tiene su disco con Butch Vig y ese disco siempre sobresale del catálogo como una obra maestra. Yo solo quería eso, me moría por tener un disco de Butch Vig. ”
Grohl prosigue afirmando: “Es divertido pero creo que una de las razones por las que nunca habíamos hecho un disco con Butch es por el pasado que surge al juntarnos nosotros dos. Es decir, al haber hecho el ‘Nevermind’, eso eclipsa cualquier cosa. Pero eso fue hace 20 años e imaginas que en algún momento estará bien (hacerlo) y dejar atrás todo ese pasado. Simplemente fue cuestión de tiempo y además, somos amigos. Y él es realmente bueno en lo que hace.”
Vig añade: “Y nos hemos visto en giras. Garbage ha hecho conciertos con los Foos en los últimos diez años. Lo que hizo que pasara fue: yo vine e hice dos canciones para el grandes éxitos. Las hicimos bastante rápidamente y fue realmente divertido y nos quedamos como, ‘Mmm, deberíamos trabajar juntos en un disco’. Así que eso, de alguna manera, rompió el hielo.”
Lo de grabar en analógico no fue idea de Vig y “al principio era escéptico porque ya te has acostumbrado a trabajar de determinada manera. Es como que, ‘Bueno, joder, solía hacer discos en cinta y es como un grano en el culo’. Pero es emocionante. Hacer ‘Wasting Light’ fue uno de los álbumes más divertidos que he hecho en toda mi carrera. Cada día, el ingeniero y yo nos mirábamos y decíamos, ‘¿Es esto una locura o no?’ Estamos en el garaje de Dave haciendo un disco de la hostia. Sus hijas se entrometían en medio de un solo de guitarra y les decíamos, ‘Aguantad ahí’.”
“Quiero tanto a mi familia que, el que estuvieran ahí mientras hacíamos el disco, fue como el cielo,” afirma Grohl. “Fue lo mejor de ambos mundos. Si pudiera llevármelos de gira conmigo, lo haría pero no puedo. Así que odio tener que salir a la puta carretera. Si pudiera llevármelos al estudio cada día conmigo, lo haría pero no puedo, así que les llevó el estudio a ellos.”
El grabarlo en analógico le da al disco un sonido más humano, considera Grohl. “Quería mantener la sensación y el elemento humano – el sonido que es Foo Fighters. Pensé que cuantas más imperfecciones en el álbum, mejor porque lo destacaría del resto de cosas que hay por ahí. Ahora todo es perfecto. ”
Bromea con Vig respecto al próximo disco: “Ya he empezado a pensar, el próximo tiene que ser en un dos pistas.”
Como sabréis, Grohl se encargó de los coros de “Nevermind” por lo que le preguntan al productor si ya por entonces le vio potencial como vocalista. “Sabía que tenía una gran voz desde el primer día que le oí porque cantó muchas de las armonías vocales y su voz se fundía perfectamente con la de Kurt (Cobain). Un par de veces tonteó con la guitarra en el estudio pero no tenía ni idea de que podía tocarla.”
“Bueno, Kurt era un guitarrista zurdo así que las únicas guitarras que habían en el estudio eran para zurdos. Tocaba como si no supiera,” se sincera Grohl.
Preguntados por el estado de la industria, el productor considera que “es un flujo. Creo que si bien mucha gente puede llorar y quejarse de porqué las cosas ya no funcionan por la revolución digital y las descargas ilegales, de alguna manera fuerza a todo el mundo a despertarse y ver el lado positivo de las cosas y reinventarse y buscar maneras de conectar con tu público y vivir de ello. Creo que lo más duro para todos es ver como la juventud de hoy no le pone un valor a la música. Es decir, siguen queriendo música pero prefieren ahorrarse la música e ir a un concierto o bajarse la música ilegalmente o comprarse videojuegos o lo que sea.”
Grohl añade: “Sabes, hay parte de mi que siente que una de las razones por las que la música es considerada a veces como que no tiene valor es porque la mayoría de ella no lo tiene. Suena terrible pero la música tiene que conectar con la gente, tiene que haber profundidad, alguna clase de conexión humana emocional que consigues de artistas que son auténticos. Luego hay esa otra clase de música que normalmente es la que más vende porque se promociona de forma que impulsa eso. Pero creo que si la gente se centrara un poco mas en el aspecto real de las cosas, la industria sería un poco más saludable. Ya he dicho esto antes: el disco de Adele es un ejemplo perfecto. Ese es un disco realmente bueno y es una artista con muchísimo talento y está vendiendo un huevo porque es un auténtico talento. Es un disco realmente bueno. Así que, imagínate si todos los buenos discos hechos por artistas realmente buenos fuesen promocionados de la misma manera. ¿Crees que alguno de ellos vendería? Creo que todos venderían. Pero, desafortunadamente, a veces el foco está en el otro lado de la música que creo que no tiene mucho valor.”
Vig ahonda en su idea: “Estamos inundados en un mar de mediocridad. ¿Cuantas bandas están en Youtube? ¿Un millón? ¿Cinco millones? ¿Diez millones? Lo más grande de lo digital y lo malo de lo digital es que está en igualdad de condiciones en el campo de juego. Hace 20 años, tenías que ir a tu manager y tenías que ir a un caro estudio a grabar. Ahora puedes grabar en un portátil en tu sótano y sonará bastante bien. Lo subes a Youtube y si has compuesto una buena canción, se puede hacer viral. Y de la noche a la mañana estarás teloneando a alguien en teatros o firmarás con una empresa de management y tendrás la oportunidad de conseguir un público más grande. Pero lo que sale de ahí es un inmenso mar de mediocridad. Ahora todo el mundo puede estar en una banda. Así que, realmente, las cosas que son realmente buenas sobresaldrán. Como Adele. Esa es una de las razones por las que el álbum ha vendido diez millones de copias – es masivo porque a la gente le encanta.”
“No es tan diferente a lo que estaba pasando cuando Butch y yo nos conocimos,” recuerda Grohl. “No había mucha cosa a la que la gente pudiera hincarle el diente. Es decir, ¿quieres oír a un tipo de 28 años con pelo a lo Farrah Fawcett cantando de mamadas en una limusina en Sunset Strip? O tenías a aquellos baladistas cantando esa mierda ñoña. Eso es lo que ocurría justo antes de que Nirvana se hiciera popular. Y si miro a la música de hoy, no es tan diferente.”