Seether, supervivientes natos

Tras lograr el éxito con un primer álbum en el que mostraban sin caretas sus influencias ‘grungeras’, los sudafricanos han logrado, disco a disco, mantener la integridad y sin repetirse, han podido experimentar sin perder su identidad.

Loudwire le pregunta al frontman Shaun Morgan si tiene algún secreto para seguir teniendo trascendencia en el volatil mundillo del rock. “Cuando salimos fue más o menos cuando surgió toda la escena ‘emo’ y ‘screamo’ y nunca sentimos que encajáramos ahí, y siempre ha habido el rollo ese pop-punk que también vino y se fue, hay más de la fase ‘shock-rock’ en las que las bandas están más preocupadas por sus peinados que por su música y bien por ellos pero no es lo mío. Tengo la impresión de que no hay mucho potencial en lo que hacemos, es más rollo con el corazón abierto.

Somos sinceros con nosotros mismos, nos apegamos a lo que creemos y componemos canciones que sentimos que son buenas canciones, que disfrutamos tocando. Si al final salen por la radio o donde sea que tengan que poner esas canciones en el futuro tiene que ser canciones en las que de verdad creamos. Si no es así parecerás tonto del culo cuando en los próximos 10, 20 años tengas que tocar unas canciones en las que no crees. Siempre hemos sido auténticos en cuando a que si como banda, como grupo, como colectivo de tíos estamos de acuerdo en que una canción es buena y estamos orgullosos de la canción y al final disfrutamos escuchando la canción, entonces es que es buena.

No somos los mejores guitarristas o los mejores baterías o los mejores bajistas o los mejores cantantes pero creo que la combinación de nosotros tres juntos ha sido algo poderoso para mi. De todas las bandas en las que he estado en mi vida, esta es la que más sentido tiene, es la más cohesionada y, creativamente, las cosas que sacamos los tres, esto es lo que me imaginaba tocar algún día cuando era niño.

Nos estamos acercando al momento en que quizá tengamos un sonido distintivo pero la cosa es hacer lo que sentimos que queremos hacer, tocar las canciones de la manera que queremos y ser sinceros con la música y las letras, sin tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio. Salimos al escenario, sin bombo ni platillo, ningún ritual pre-partido: simplemente salimos y lo pasamos bien. Sentimos cuando vienes a vernos tocar oirás las canciones representadas que no sonarán como el álbum porque no tenemos tres guitarristas ni una sección de instrumentos de cuerda, ni nadie tocando el piano.

Creo que, en directo, las canciones deberían ser capaces de transmitir lo que son, la forma en que fueron compuestos. Un álbum no es más que ponerle capas porque quieres que suene oralmente más interesante, ese es el motivo del álbum porque quieres ponerle cuanto más mejor porque solo tienes ese intento mientras que en directo estás ahí haciéndolo cada noche. Es más tocar las canciones y pasarlo bien haciéndolo y que la gente venga a verlo y lo pase bien.

Aprovechan para preguntarle por la salida del grupo del guitarrista Troy McLawhorn, que abandonó para volver a . “No puedes hacer feliz a alguien que no está feliz donde está; no puede forzarle a que crea lo mismo que tu y vea lo mismo que tu. Desafortunadamente se marchó y se fue a y eso es así. Siempre ha habido rivalidad desde el bando de Amy (Lee, frontwoman de y ex-pareja de Morgan), yo personalmente no tengo el tiempo o la energía para perderlo en algo así. Si es más feliz ahí, bien por él, nosotros somos más felices sin él.

Hemos adoptado el trío y continuaremos siéndolo. Hemos intentado tener otro guitarrista y entonces te haces amigo con los chicos y te conviertes en una familia porque estás en la carretera todo el rato, ves muchas cosas juntos, experimentas muchas cosas juntos. Es casi como un matrimonio e incluso los mejores matrimonios terminan algún día, a no ser que seas como uno de esos extraños accidentes como fueron mis abuelos que llevan casados 50 años.

Se fue porque quiso, simplemente no me gustó la manera en que lo hizo y en su momento me cabreó pero no hay nada que le pueda hacer y al final, cuando dejas pasar el cabreo inicial, te das cuenta de que estamos mejor. Lo pasamos genial siendo tres. No creo que seamos nunca amigos pero no hay animosidad por parte de los otros chicos. Yo no tengo rencor o resentimiento pero tampoco imploro porque alguien sea mi amigo.