Crónica Maybeshewill, Sala Razzmatazz 3, Barcelona (05-04-12)

El libro de estilo del post-rock marca que se trata de composiciones largas que van ‘in crescendo’ a medida que avanza el minutaje, tratando de alcanzar el clímax sin prisa pero sin pausa, que diría el tópico. Sin embargo, como con cualquier estilo, las variantes es lo que le da riqueza y Maybeshewill le dan al ‘post-rock’ ese puntito diferenciador que les sitúa en un plano diferenciado del grueso de bandas del género.

Y es que la banda de Leicester siempre se ha caracterizado por ir directa al grano, sin perderse en pasajes largos, en extensos paseos sin GPS: es lo más cercano que podríamos encontrar al ‘post-rock’ para todos los públicos. Aunque con matices, claro. A fin de cuentas, esto no es pop de radiofórmula. Además, la importancia de la parte electrónica, de los teclados, no solo es parte accesoria en su música y es que en muchos de sus temas se construyen alrededor de ella.

La velada en la Razzmatazz 3 (lugar al que se había trasladado el concierto tras el ‘cierre’ de la sala Moog para albergar conciertos) se abría con unos viejos conocidos por pA: Exxasens. Si bien cuando se anunció la gira del grupo británico el telonero iba a ser su compatriota Howard James Kenny (del que teníamos buenas referencias y ganas de ver), pocas semanas antes de que llegara la fecha se confirmó que finalmente los barceloneses se encargarían de telonear y lo cierto es que no cabe duda de que la elección no pudo ser más acertada.

Jordi Ruiz y los suyos volvieron a demostrar que su directo ha mejorado muchísimo desde aquel mes de septiembre de 2011, y la inclusión de un teclista a su directo añade capas de profundidad a su ya de por si compenetrado sonido obteniendo con ello ese sonido espacial que caracteriza sus álbumes de estudio. La banda se prepara para emprender una nueva expedición a Rusia acompañados por otro de los pesos pesados del sello Aloud Music Ltd., Toundra, y estamos completamente seguros de que a su regreso habrán convencido a unos miles de rusos más para viajar por las estrellas al ritmo de “Sky In Red”, “Eleven Miles” o “Eclipse”. Subidos al cohete Exxasens pudimos llegar a la estación Maybehsewill sanos y salvos, y con ganas de que la noche continuara.

Y el quinteto de Leicester se subía a las tablas de Razz 3 con ganas de agradar y demostrar que su ‘post-rock’ con tintes electrónicos es adaptable con facilidad al directo. Como decíamos, el sonido de Maybeshewill no es el de una construcción de Gaudí, con años y años de obras, sinó más bien una casa funcional y que en pocos meses está en pie. Los ingleses deben pensar que para qué perderse en interludios y subidas y bajadas si se puede llegar al destino sin entretenerse.

La parte electrónica -que en muchos grupos pierde significancia en vivo- en el directo de Maybehsewill, tiene el protagonismo que oímos en sus discos: no queda sepultada por las guitarras y la batería, logrando ser esa cuarta pata sobre la que se sustenta su sonido. También es cierto que el uso de algunas pistas grabadas hace que en ocasiones el directo adquiera cierta frialdad pero a la vez sirve para mimetizar con mayor precisión sus tres trabajos de estudio que recorrieron en extensión (sonaron temas como “The Paris Hilton Sex Tape” o “I’m In Awe, Amadeus!” de su primer trabajo o “Red Paper Lantern” o “Accolades” de su último disco).

La noche terminó con la épica “He Films The Clouds Pt. 2” dejándonos con un buen sabor de boca y logrando reivindicar un ‘post-rock’ más directo pero no por ello menos profundo.