Como algún que otro nombre de banda (se dice que el nombre de Silverchair surgió así), Dead Sara sacaron el suyo de una letra mal oída.
“Es divertido porque, de hecho, es una letra mal interpretada. Estoy segura de que alguna gente quizá lo piense pero no lo basamos en nadie en particular” confiesa la frontwoman Emily Armstrong a Noisecreep. “Viene de una canción de Fleetwood Mac, ‘Sara’. Hay una parte de la canción en la que Stevie Nicks canta ‘said Sara’ o ‘that’s Sara’. Pero Sioxsie (Medley, guitarrista) y siempre pensamos que decía ‘dead Sara’ en vez de eso.
Así que eso se nos quedó marcado en la mente durante muchos años. Cuando estuvimos pensando en un nombre para la banda, Siouxise me mandó un mensaje y me preguntó, ‘¿Qué te parece Dead Sara?’ Y le dije, ‘¡Oh Dios mío! ¡Justo estaba pensando ese!’. Simplemente se nos quedó. Hemos tratado de cambiarlo algunas veces pero nada funciona. Somos nosotros.”
La banda editaba el pasado año un excelente disco debut repleto de rock-grunge que ha recibido toda clase de parabienes y que está empezando a ser radiado con fuerza en las radios norteamericanas. “Cuando la gente nos compara con muchas bandas clásicas de los 90, me quedo, ‘¿De qué coño están hablando?’ Eso es porque yo también estoy involucrada en la música. Pero cuando me tomo un momento y escucho, sin duda lo oigo también (risas) Sea como fuere, es también un cumplido porque me encantan esas bandas,” reconoce Armstrong.
En su infancia también tuvo buenas influencias en casa. “A mis padres les parecían bien mis gustos musicales. Me empezaron a comprar discos una vez empecé a mostrar interés siendo muy pequeña. Mi madre me hablaba de las cosas de lo 70 con las que creció. Adentrarse en la nostalgia fue divertido para ella. Me decía, ‘¡El ‘Tapestry’ de Carole King mola tanto! ¡Tienes que ponerle la oreja!’ Cosas así (risas) No me daba lecciones de canto pero me decía, ‘Escucha esto’. Esa era su manera de enseñarme música. Eso fue muy guay.”