Corría el año 2001 cuando un cuarteto de Chicago publicaba una demo sin título antes de lograr un contrato discográfico en el que enseñaba su particular visión del ‘post-metal’: el ‘sludge’, ‘doom’ e incluso el ‘drone’ tenían cabida en un fenomenal trabajo que un par de años después se encargaría de reeditar el sello Hydra Head.
En ese año 2003 la banda ponía en el mercado su primer largo, “Australasia”, que confirmaba todos los buenos presagios vislumbrados en su primer EP: escuchar ese álbum era emprender un viaje con altibajos -nunca de calidad- que tenía como hilo vertebrador riffs mastodónticos, potentes ritmos y un enfoque cercano a Isis pero con cierta sensibilidad ‘post-rock’.
Dos años después publicaban un EP (“March Into The Sea”) y un álbum (“The Fire In Our Throats Will Beckon the Thaw”) en el que continuaban por la senda del ‘post-metal’ aunque dando mayor protagonismo a los elementos atmosféricos. Y pese a contar con temas de extensa duración, en ningún momento se echa en falta la voz de vocalista alguno.
En 2007 llegaba el que la propia banda calificó como su álbum más pop, un intento de hacer más accesible la música del grupo. No es que optaran por buscar la melodía fácil sino que con canciones más breves y un sonido más limpio trataron de darle una nueva vuelta de tuerca a su abrasivo sonido.
Su primer disco para Southern Lord (que vino precedido de otro EP) se tituló “What We All Come to Need” y prosiguió en la idea de darle más cancha a la melodía pero con una producción más heavy que su anterior largo. Contaba con la novedad de tener el primer tema con voz del grupo.
Ahora en este 2012 están a punto de publicar un nuevo EP titulado “Ataraxia Taraxis” por lo que tener la ocasión de hablar del disco junto con múltiples otros temas con el guitarrista Trevor de Brauw es todo un privilegio.
pA: ¿Recuerdas los nombres que barajasteis cuando formasteis la banda? ¿Por qué Pelican?¿ Hay algo simbólico?
Trevor de Brauw: No hay ningún significado especial en el nombre. Como muchas de las cosas que decimos y hacemos los cuatro hubo una broma interna entre nosotros que llevó a dar con el nombre pero cualquier razón divertida que hubiera podido tener se ha perdido con el tiempo y ha sido sustituído por algo serio. Siempre nos gustó la imagen de este pájaro relativamente feo que tiene una grácil brutalidad cuando caza; de esta manera refleja nuestro enfoque más bien melódico a lo que normalmente es un género musical agresivo.
pA: Sabemos que es una pregunta arquetípica pero, ¿por qué decidisteis ser una banda sin vocalista? ¿Fue algo buscado o las circunstancias os llevaron a ello?
TdB: Vino por necesidad. La banda estuvo ensayando durante casi un año antes de hacer nuestro primer concierto. En ese momento, pasamos mucho tiempo tratando de ver como incorporar la voz y quien sería capaz de cantar. Al final, decidimos empezar a hacer conciertos y ver como la gente nos recibía como banda instrumental ya que parecía que no había verdadera esperanza de dar con la voz para la banda. Afortunadamente la cosa funcionó.
pA: ¿Hubo una banda que tomaseis como referencia cuando empezasteis?
TdB: Laurent (Schroeder-Lebec), Larry (Herweg) y yo habíamos estado tocando en una banda ‘grindcore’ llamada Tusk que tenía como referencias a Discordance Axis y Despise You. Nos metíamos cada vez más en cosas más lentas como Godflesh, Goatsnake, Sleep, etc. Laurent empezó a componer canciones que incorporaban algunas de esas influencias y no encajaban en el molde de lo que hacíamos en Tusk así que empezamos una segunda banda.
pA: ¿Qué diferencias hubo entre la composición de ‘What We All Come To Need’ y los anteriores trabajos? ¿Como fue la experiencia de trabajar por primera vez con un cantante? ¿Planeáis repetir la experiencia en el futuro?
TdB: La composición de ‘What We All Come To Need’ fue más lenta y más deliberada que los dos álbumes anteriores. Los primeros tres álbumes salieron tan rápidamente que, de alguna manera, parecía que recibíamos las ideas de algún sitio y simplemente tratábamos de canalizarlas y controlarlas. Para cuando llegamos a este álbum, tuvimos tiempo de echar la vista atrás a lo que habíamos hecho como obra completa y ver qué ideas funcionaban mejor y como componer de manera que tuviera más sentido. En este álbum fuimos editores mucho más críticos y nos aseguramos que cada pieza encajara y que cada canción fluyera.
Durante años habíamos dicho que si llegábamos al punto en el que compusiéramos una canción que se pudiera beneficiar de tener voces, buscaríamos hacerlo. Tan pronto como Bryan presentó ‘Final Breath’ supimos que esta era ese tipo de canción. Le pedimos a nuestro buen amigo Allen Epley de Life And Times que nos hiciera las voces y enriqueció muchísimo la canción con su contribución. En el futuro no nos lo pensaremos dos veces el añadirle voces cuando pueda encajar.
pA: ¿Qué podemos esperar de vuestro nuevo material?
TdB: El nuevo EP se llama ‘Ataraxia Taraxis’ y sale el 10 de abril vía Southern Lord. Son cuatro canciones y es algo diferente a cualquier cosa que hayamos hecho antes. Hay momentos que recuerdan al último largo pero, como entidad, el disco es más oscuro y un poco más imponente. También es el primer disco que no habíamos terminado del todo antes de meternos en el estudio – un par de canciones se construyeron grabando en casa y mandando las partes de ida y vuelta, construyendo las canciones en el estudio más que no en el local de ensayo tocando juntos. De hecho estamos muy emocionados por como salieron estas canciones y estoy con ganas de experimentar más así en el futuro.
pA: ¿Leéis las críticas ‘profesionales’ de vuestros álbumes? ¿Y la de los fans?
TdB: Bueno, de hecho mi trabajo diario es como publicista musical, así que leer artículos profesionales y crónicas es gran parte de mi trabajo diario así que siempre me intereso por lo que los periodistas dicen. Dicho eso, la prensa y la reacción de los fans no tienen demasiado efecto en como enfoco la banda.
pA: Esta es una pregunta que siempre surge con las bandas instrumentales: ¿como decidís los títulos de las canciones? ¿Y el título del álbum?
TdB: Cuando componemos un disco la mayoría de las ideas iniciales surgen más bien rápidamente y solo cuando queda poco para terminar es cuando tenemos tiempo para recopilar y ver qué es lo que dirigía la creatividad: normalmente podemos señalar algún tema en nuestras vidas o mundo que parece tener el mayor efecto inspirador y elegimos los títulos que reflejan ese tema.
pA: ¿Es quizá más difícil tratar de mandar un mensaje a través de tu música cuando nadie canta o grita?
TdB: No, de hecho es más fácil. Yo encuentro que nuestra música es profundamente personal y suele ser más fácil comunicar cosas que son profundamente personales sin palabras.
pA: ¿Como soléis decidir todo el aspecto del ‘artwork’ y la portada? ¿Le dais ideas a quien se encarga y él luego hace o le dais carta blanca?
TdB: Normalmente trabajamos con amigos y artistas que admiramos con los que tenemos una relación personal cuando llega el momento de la fase del arte. Normalmente en ese momento ya tenemos decidido el título del álbum y la temática y se lo contamos a quien se encargue de diseñar el ‘artwork’ del álbum. Dentro de ese tema confiamos en los artistas con los que trabajamos para que ofrezcan su propia interpretación.
pA: ¿Y qué pasa con la composición? ¿Todos componéis y luego juntáis lo creado en el local de ensayo o el estudio? ¿Como trabajáis?
TdB: No tenemos un procedimiento estándar – cada canción tiene su propio origen. Algunas cosas vienen ya totalmente formadas por uno de los miembros, otras veces diferentes miembros traen partes y las trabajamos y unimos, otras son compuestas colaborando todos en una habitación. Ahora que no todos vivimos en la misma ciudad creo que las cosas se harán un poco como en el nuevo EP, donde trabajaremos solos en partes y estructuras y las juntaremos usando la tecnología pero es imposible asegurarlo.
pA: ¿Por qué decidisteis cambiar Hydra Head por Southern Lord? ¿Hubo una razón principal para ello? Tiene que ser genial poder trabajar en sellos como esos, dirigidos por músicos…
TdB: Desde nuestro primer lanzamiento hemos hecho todo con Hydra Head y aunque estábamos increíblemente felices con todo el trabajo que habían hecho, tuvimos la sensación de que sería una buena experiencia ampliar nuestra paleta trabajar con otra gente que también admiramos. Hemos sido grandes admiradores de Southern Lord y somos amigos de Greg (Anderson) desde hace tiempo así que parecía que se ajustaba a la perfección. Hasta ahora ha sido genial.
pA: Ya que hablamos de sellos, ¿como ves el futuro para estos? ¿Como ves la situación de la industria con la descarga de archivos y todo eso? ¿No puede ser que hace 20 años se vendieran más discos por la imposibilidad de preescuchar antes de comprar?
TdB: Creo que el futuro de los sellos y el producto físico está en ofrecer ediciones limitadas de alta calidad para coleccionistas. Poco puede hacer la industria para cambiar la percepción de la gente de pensar que robar la música es legítimo. Mucha gente en la industria llora porque les gustaría volver a como estaban las cosas antes de que todo el mundo robara álbumes pero cuanto antes acepte de que las cosas no van a volver a estar como estaban, mejor. Desafortunadamente, quien acabará pagándolo es el arte – hay tantísimas obras maestras de música grabada que fueron posibles porque la gente se gastó montones de dinero en su creación. Creo que un gran ejemplo es el ‘Loveless’ de My Bloody Valentine – un riesgo como ese álbum no ocurriría hoy porque nadie querría arriesgarse a ese nivel para crear un álbum ya que no hay prácticamente posibilidad de recuperar (la inversión). La vida sigue.
pA: ¿Te importa cuando os catalogan como banda ‘post-metal’? Tratamos de categorizar cosas y quizá es una manera de simplificar las cosas pero ¿realmente es útil?
TdB: Cualquier manera que se use para entender la música me parece bien. Cuando creas música tiendes a pensar más allá de géneros pero sé que los uso cuando me acerco a la música como oyente.
pA: Por cierto, ¿qué recuerdos tienes de vuestras visitas a España? Estuvisteis aquí en 2006 con Cave In y un año después tocasteis en un festival en Barcelona…
TdB: El primer concierto que tocamos en España fue en un festival en Sant Feliu. Creo que fue en 2004, poco después de que saliera el primer disco. El festival fue nuestro último concierto de esa gira – recuerdo que hubieron serios malentendidos en la cadena de e-mails entre el gestor de la gira y a Laurent y a mi nos compraron un billete de avión de un aeropuerto de una ciudad que no estaba ni por asomo cerca del festival. No recuerdo donde o como pasó ese error pero recuerdo como, literalmente, salté del escenario y me metí en un taxi en un viaje de múltiples horas hacia el lejano aeropuerto para poder llegar a tiempo al avión. Larry y Bryan no vinieron porque se quedaron por ahí de vacaciones. Sigo estando celoso por aquello.
Otro buen recuerdo fue cuando tocamos en el Primavera. Recuerdo que justo después de terminar la prueba de sonido nos dijeron que se iba a hacer una foto de todo el equipo del festival y todas las bandas que estuvieran disponibles en ese momento. Nos escoltaron a un lugar para hacer la foto y la escena era de 15 personas del festival, nosotros y Sonic Youth. Quizá hubiera otra banda, no lo recuerdo. Lo recuerdo como una operación fotográfica con nosotros y Sonic Youth posando con nuestros héroes. Nunca he visto una copia de esa foto – si alguien que lea esto sabe de ella o pudiera conseguir una copia, me encantaría tener una.
pA: Otra pregunta típica: ¿qué prefieres, tocar en directo o componer y trabajar en el estudio?
TdB: Ambas cosas llenan necesidades muy importantes y diferentes.
pA: ¿Has convencido a los amigos de Kuma’s Corner, el local de Chicago que sirve sandwiches con nombres de bandas de rock y uno de ellos el sandwich Pelican, para que tengan un sandwich vegano en su menú?
TdB: El Kuma’s Corner tiene sus cualidades positivas pero su predisposición a ofrecer cosas veganas no es una de ellas.
pA: ¿Tenéis planes de visitar España o Sudamérica en un futuro próximo?
TdB: No tenemos planes de momento pero siempre tratamos encontrar maneras de visitar sitios nuevos y viejos.