La gente de Metal Sucks ha charlado con Dan Briggs, bajista de Between The Buried And Me, que editaba ayer el disco debut de su proyecto paralelo Trioscapes.
“La forma en que lo montamos no fue planeada. Tuve un verano libre por primera vez en siete u ocho años. Concerté un concierto en la ciudad donde vivo para la banda de un amigo. Por cosas del destino, no había nadie disponible para tocar. Yo había estado tonteando con la idea de hacer algo con Walter Fancourt, el saxofonista y también con Matt Lynch, el batería. Me desperté una mañana y tenía esa canción de Mahavishnu Orchestra llamada ‘Celestial Terrestrial Commuters’ en la cabeza. Es raro despertarte con eso. Me quedé, ‘¿Sabes qué? Voy a llamar a esos chicos ahora mismo’. Era las 10 de la mañana y les pregunté, ‘¿Hacéis algo el 22 de junio?’. ‘No’. ‘No’. Y les dije, ‘¿Os sabéis esta canción?’. ‘Si, pero no del todo’. ‘Vale, guay. ¿Os gustaría hacer una jam?’. ‘Claro’. ‘¿Os gustaría probar alguna otra cosa?’. ‘Claro’.
Al principio andaba montando un grupo para esto. Luego la cosa pasó por más versiones que podríamos hacer, casi todo cosas de rock fusión de los 70. Me acordé de un par de temas originales que tenía por ahí que se convirtieron en ‘Blast Off’ y ‘Curse Of The Ninth’. Se las mandé a Walter y empezamos a intercambiar ideas. Fui a Georgia y empecé a ensayar con nuestro batería y antes de que nos diéramos cuenta, teníamos media hora de música. Hicimos el concierto y luego nos juntamos una vez más para terminar el álbum. Lo grabamos en octubre entre giras de Between The Buried And Me.”
Describir el sonido “es difícil de hacer. Al principio no sabíamos a qué sonábamos. No sabía como iba a sonar un bajo tan distorsionado con un saxofon tenor – ni idea de como iba a sonar. Aún después de grabarlas, cada canción del disco es su propia cosa. Algunas tiran más hacia la fusión, sea lo que sea que signifique eso – jazz con rock con metal con lo que sea. Incluso se podría decir que una canción como ‘Curse Of The Ninth’ es a ratos post-rock. Una canción como ‘Gemini’s Descent’ es una especie de referencia a los King Crimson de los 80. Es un poco de todo, tío. No sé qué demonios es. Es experimental, rock fusión progresivo, lo que sea.”
Considera, de cualquier manera, que “creo que es una transición sencilla para la gente a la que gusta Between The Buried And Me.”
Briggs tiene formación en música jazz pero reconoce que “no considero que tenga la cabeza en el jazz. Aprecio a muchos artistas de jazz pero me inclino más hacia el lado de fusión – el lado más experimental del jazz. Oigo cosas del primer Coltrane. Pero es la última parte de su carrera cuando se puso con piezas de 20 minutos la que más me gusta. ”
Le preguntan por referencias sonoras: “Creo que una de las obvias porque comparte nuestra propia instrumentación, la única banda que me pasó por la cabeza cuando empezamos a ensayar (pese a no sonar nada como ellos) es una banda llamada Zu. Es una banda italiana. Están en el sello de Mike Patton, Ipecac Recordings. Son la puta hostia. Su instrumentación mola mucho. Es un bajo, batería y saxo. El saxofonista toca barítono y con mucha distorsión. Cuando escuchas el disco muchas veces no sabes qué es el bajo y qué el saxofon. ¿Qué pasa? Es una cacofonía de música realmente agresiva. Me enamoré hace un par de años cuando salió su último disco, ‘Carboniferous’. Nunca antes había escuchado algo parecido. Creo que ese es un buen ejemplo moderno.
En cuanto a cosas más viejas, si la gente no conoce el catálogo de los 70 de John McLaughlin, tienes que meterte en la Mahavishnu Orchestra, tienes que escuchar ‘Innner Mounting Flame And Birds Of Fire’. Cuando escuchas eso y ves que es del 71 o 72, son los inicios de tocar música realmente agresiva, cruda, fuerte. La gente del rock no usaba esas cosas. No tocaban tan rápido. No trataban de tocar al unísono entre la guitarra y el violín. Muchas bandas de hoy la tendrían como influencia – The Dillinger Escape Plan, Between The Buried And Me, The Mars Volta. John McLaughlin es simplemente una bestia.”
Parece que esta incursión en territorios inexplorados para él tendrá sus beneficios en lo nuevo de Between The Buried And Me. “Creo que cuando la gente oiga lo que hemos estado componiendo estos últimos meses, van a darse cuenta de que hemos evolucionado (risas) Es difícil describir el disco porque aún estoy digeriéndolo. Dios, ha sido divertido de componer. Hemos ido más allá. Mucho más. El material de Trioscapes me ha ayudado porque siento que me ha desbloqueado en un mundo en el que voy más allá y me abro a nuevas ideas. Walter, mi saxofonista de Trioscapes, tiene 20 años (7 años más joven que yo) pero tiene un conocimiento musical mucho más allá de las influencias que tengo yo. Le he enseñado muchas cosas pero son cosas diferentes. Es material al que la gente de nuestro mundo está muy acostumbrado. Nunca había oído a Meshuggah, por ejemplo. Y él me deja flipado con algo de afro-beat de otro mundo que nunca he oído antes. Me deja pensando y de golpe oigo ritmos y melodías de forma diferente. Puedo traer eso a Between The Buried And Me y hacer que los chicos arqueeen las cejas en plan, ‘¿por que no? Probemos’. Es material muy guay.
Parece el paso lógico tras lo que hicimos en ‘Colors’ y ‘The Great Misdirect’ en cuanto a un álbum y cuenta también una historia. Es un disco totalmente conceptual y da la sensación de estar cohesionado. Alguna gente lo oirá y dice, ‘oh, eso se sale de lo normal’ pero para mi, terminar mis partes de bajo, pienso en el material de una forma totalmente diferente por el material que tenemos.”