Con un álbum recién salido del horno, anda Slash de promoción por radios y demás medios. Ayer se pasó por el programa del veterano Howard Stern (según recoge Grunge Report), donde habló de su relación con Scott Weiland, a propósito de las declaraciones de este sobre su regreso a Velvet Revolver.

“Duff (McKagan, bajista) y yo acabábamos de salir de rehabilitación (allá por el 2003) y pensamos que podíamos arreglar a este tío (Weiland). Sabes, lo que pasó es que, siendo justo con Scott, era un desastre cuando pusimos aquello en marcha pero compusimos algunas buenas canciones.”

Como ya declaró hace unos días, asegura que “prefiero no estar en una banda (con Weiland) más que no estar en una con él.”

De acuerdo al guitarrista, “hubo muchos rollos incontrolables de diva. Cosas serias de estrella del rock. (Rollos de estrella del rock) donde tu sensación de derechos llega al punto de ser tan desconsiderado con la gente que te rodea que no puedes trabajar en una situación de grupo. Tienes un equipo, tienes un management, tienes a los chicos de la banda, tienes toda esa gente trabajando junta como un equipo. Y tienes a un tío que ha decidido que va a dictarle a todo el mundo lo que se va a hacer y que luego ni siquiera aparece. ‘No encuentro los zapatos en mi habitación de hotel. Voy a por café y bajo a la calle’ y faltan 5 minutos para el concierto y no hay quien le encuentre, es clásico. ”

Slash considera que “es algo químico o algo de modo que no se dan cuenta de que están haciendo algo mal. Creo que es un puto narcisismo extremo. No digo que yo sea inocente de toda esta mierda pero hay un extremo al que no puedes ir y lo convierte en un proceso desgraciado.”

Además, afirma que “con el débito crédito a Scott, hubo un periodo en el que nos caímos del vagón, allá en 2005. Estábamos todos bastante mal.”

En otro orden de cosas, Stern le pregunta por como le afectó la aparición del ‘grunge’ y si las críticas de Kurt Cobain a Guns N Roses le llegaron a afectar. “Nirvana eran geniales. La verdad, con todo el respeto a Kurt y Courtney y todo eso, hubieron algunos temas relacionados con Axl con los que sentía que estaban en lo correcto. Una cosa es ser reconocido y famoso; otra cosa es cuando empiezas a actuar así. Siempre he pensado que los primeros años de los 90 fueron una página muy saludable para el rock and roll pese a que duró poco. Fue una especie de transición de las ‘hair bands’ y así, que empezaron a acabar tras el éxito de Guns N Roses, empezó a disiparse. Cuando salieron surgió todo eso nuevo pero aún tocaban en estadios. Fue un bonito periodo pero no creo -se habló tanto de que el ‘grunge’ terminó con…- pero no tuvo nada que ver con lo nuestro.”