The Euclid Tavern era un pequeño local en Cleveland que vio como las noches de los lunes del año 1989, y de la mano del artista Derek Hess, programaba conciertos de rock. Esta semana Hess ha colgado en la red un par de fotos de la agenda del mes de marzo de 1992 en la que anotaba las actuaciones, lo que cobraban por actuación y las exigencias de algunas de las bandas.
Así, podemos leer como Pavement solo necesitaban comida para cinco y una caja de cerveza mientras que sus teloneros, los instrumentales Don Caballero, se llevaban 60 dólares por su concierto. Por su parte, Green Day que tocaron un par de semanas antes que Pavement, se llevaron un cheque de 100 dólares por su concierto. Ween, por su lado, triplicaban lo conseguido por Green Day, y se metían en el bolsillo la nada desdeñable cifra de 300 dólares.