Buzz Osborne, frontman de Melvins, anda escribiendo una columna en Spin.com relatando sus vivencias en la gira que la banda lleva haciendo por 51 estados en 51 días. La del día 21 nos la destaca Theprp por sus comentarios hacia la gira que realizaron con White Zombies en los 90.
“La única otra vez que tocamos en Sioux Falls fue a mediados de los 90 estando de gira con Nine Inch Nails. Tras el concierto, vi al elenco y al equipo de NIN causar diría que, oh, daños por valor de 30.000 dólares en los vestuarios de un pabellón nuevo. Suena mucho más alocado de lo que realmente fue y desearía poder describir el sonido de encogerse de hombros. Como si me preguntaras si yo tuve algo que ver con el destrozo del vestuario de un pabellón nuevo, podría decir, ‘Eh (encogimiento de hombros), supongo que si’. Afortunadamente saqué todo ese comportamiento de vándalo adolescente de mi cuando aún era un adolescente.
A mi edad, pegarle de hostias a objetos grandes no tiene el atractivo que tenía cuando era joven. Por aquel entonces solía antojarseme la violencia como si fuese sexo. Creo que el único momento en que esa clase de vida salvaje funciona es cuando eres joven y estúpido.
Los chicos de NIN eran todos más jóvenes que yo así que quizá aún les pusiera hacer eso y la única explicación en la que puedo pensar por un comportamiento así es que hubieran sido criados como idiotas por unos padres sobreprotectores que les estaban encima en cada nímio detalle de sus estúpidas vidas durante lo que imagino que fue una aburrida vida en un agujero mierdoso de algún lugar del centro de norteamérica.
Siendo ahora adultos, desgraciadamente, necesitan pegarle hostias a una amplia variedad de habitaciones de hotel y de locales, y meterse un montón de drogas solo para olvidarse de que lo que tendrían que haber hecho de adolescentes era matar a sus sobreprotectores padres… Sea lo que sea, se me ocurren mejores maneras de gastar 30 de los grandes.
Esto fue en la gira del ‘Downward Spiral’, que terminó siendo el cénit de la banda, significando que fue su álbum más grande e interesante junto a el punto más álgido y semi-interesante de su carrera. Sinceramente no conocía mucho de NIN antes de esta gira. Es decir, sé que eran populares entre el público rock bebé de la MTV y que habían vendido muchos discos pero nunca había escuchado ninguno de ellos. ¿Por qué debería? Normalmente no tengo interés en ver qué clase de bandas molan a los rockeros bebés. Esto tiene como resultado en que casi siempre odio las bandas que les gustan a los rockeros bebés. Es difícil no hacerlo. Los rockeros bebés están equivocados. Equivocados en todo, de hecho.
Había visto el vídeo de NIN que tenían que parecía una absoluta copia de una foto de Joel-Peter Witkin. El vídeo estaba bien, supongo, y sorprendentemente, el estribillo de este hit de rock bebé era, ‘Quiero follarte como un animal’, lo cual no entendía porque la música que acompaña este ‘follarte como un animal’ suena como una mierda de música con sintetizador para ascensor y de ninguna manera te hace pensar que el cantante sea capaz de hacer algo ‘como un animal’. Supongo que le podrían follar como un animal pero no es eso lo que decía. Supongo que podría estar escribiendo en ‘tercera persona’ pero tampoco le compro esa moto.
Sea como fuere, eran bastante buenos en directo para ser una banda así pero recuerdo como el batería me contaba que probablemente no podrían hacer un concierto sin bases pregrabadas sonando todo el concierto. Lo que sea. Al menos NIN y su equipadísimo equipo en los pabellones fueron agradables con nosotros y toda esa gira, pese a toda la mierda posturera de rock and roll, fue un camino de rosas en comparación con la siguiente banda con la que hicimos una gran gira por pabellones, que fue White Zombie.
Fácilmente la peor experiencia de gira de toda mi vida fue la que hicimos con White Zombie. Podría escribir un libro de aquella mierda infernal. Al primer día de la gira, la primera persona que conocimos de todo el elenco y equipo de White Zombie era un ‘road manager’ con mullet que terminó actuando como una versión malvada de Cotton Mather.
Era un ‘roadie’ profesional. Mirad, no he conocido nunca un grupo de gente que odie más la música que los ‘roadies’ profesionales y es bastante obvio que el 99,9% de ellos no sabe nada de música. Nada. La verdad es que me parece bastante extraño. Es como si alguien que trabaja en una panadería no sabe nada de hacer pan. Esto se extiende a la mayoría de las bandas para las que trabajan esa gente pero yo casi meto a todas estas bandas y sus equipos en la misma alcantarilla. Ya les va bien.
El Sr. Mullet nos dijo que iba a mirar de jodernos en cuanto al sonido para no putear a su jefe, el crecido dictador de White Zombie, Rob Zombie. Y ya todo fue así. Nos dijo abiertamente que Rob actuaba como un capullo con él y así iba a ser la vida en la carretera para nosotros.
Perfecto. Una locura tras otra a diario durante toda la gira. Una de las pocas veces que pudimos hacer una prueba de sonido, el Sr. Mullet se subió al escenario y nos quitó el enchufe porque Rob estaba comiendo y teníamos que ‘callarnos de una puta vez’ porque no le gustaba el ‘ruido’. Mi pensamiento inmediato fue, ‘¿Qué cojones se está comiendo? ¿Una puta tortilla de huevos Faberge?’ Había pasado por su catering y era la misma bazofia que siempre sirven en todos esos horribles espectáculos de rock and roll que nos es nada más que basura del tipo macarrones con queso y un surtido que parecen ser cosas muertas en gelatina. Uno pensaría que querría alguna clase de estruendosa distracción sinfónica para ayudar a disimular el hecho de que esta comiendo un gran plato de mierda de perro humeante. O al menos así lo creería…
Y la idiotez no terminaba ahí. Rob soltaba un discurso entre canciones cada noche que consistía en sandeces ininteligibles en un gruñido gutural ‘heavy metal’ y en algún momento inevitablemente empezaba a decir, ‘decían que no podíamos hacerlo, decían que no podía hacerse’. Lo que imagino que es en referencia a que sorprendentemente lograran vender otro millón de discos a sus altamente crédulos descerebrados fans. No estoy seguro de porqué sus atontados súbditos tenían que saber eso. Todo era bastante estúpido.
No me malinterpretéis, fue todo nuestra culpa por hacer una estúpida gira como eso y no les puedo culpar por eso. ¡Aceptamos la oferta! Gran error por nuestra parte pero aprendimos la lección como resultado de esa estupidez. Creo que es una mala idea que tratáramos de vender nuestra así. De hecho, en su momento también lo pensamos pero fue su idea llevarnos con ellos y por una razón que me sigue pareciendo misteriosa, nos pagaron bastante bien.
Pero esos días han pasado para nosotros. Ahora preferiría comer mi propia mierda antes que hacer otra gira que actúa así. De hecho, si no fuese la mía, ¿qué mierda me comería? Esa es una buena pregunta…”