Casi tres meses después del terrible accidente que cerca estuvo de terminar en tragedia, y semanas después de un espeluznante relato de lo acaecido, John Baizley, frontman de Baroness, ha concedido su primera entrevista, siendo Loudwire el medio elegido.
“Lo que podía hacer (poco después del accidente) era mover la mano derecha y empecé muy pronto, poco después del accidente a teclear o mandar mensajes, todo aquello que fuese capaz de hacer con los dedos para seguir en contacto con mis amigos y la gente con la que necesitaba o quería mantener el contacto. Poco después descubrí que ser capaz de articular la experiencia, ya fuese verbalmente o por escrito, era bastante bueno para mi estado mental. No diría catártica porque eso podría llegar a denotar que al final, me sentiría mejor o lo habría purgado. Supongo que con el paso del tiempo es una lenta purga. Pero si, descubrí otra clase de terapia al poner mis pensamientos en papel de un modo distinto al que estaba acostumbrado. Las herramientas que suelo usar son canciones e imágenes así que ahora trato de que sea una cosa verbal. Es algo nuevo para mi pero me ha ido bastante bien.”
Preguntado sobre el dolor que decía seguir sufriendo cuando se ponía a tocar, elabora una larga respuesta. “He estado viviendo con él (dolor) cerca de siete semanas. Es un dolor físico, es dolor corporal que no se va y, por supuesto, cuando pasó por primera vez, necesitaba mucha medicación. Desde entonces, el truco ha sido alejarme de él, así que no estoy tan lejos de la lesión de lo que estoy del dolor. Hay una cicatriz de 40-45 cm que me recorre el brazo que aún no se ha curado del todo. Hay un pequeño ejército de metal dentro de mi que no solo me ayudan a mantenerme unido sino que está empezando a reaccionar con las partes orgánicas de mi cuerpo y, al mismo tiempo, es importante que llegue a conocer la naturaleza de mis lesiones y esté lo más móvil posible. Trato de mover lo que no quiere moverse y todo eso mientras trato de curarme. Hay ese dolor de la lesión y con eso hay dolores graves en los nervios, básicamente desde mi hombro hasta la yema de los dedos.
Tocar música ahora es algo diferente, ¿sabes? Ahora tiene una cualidad rehabilitadora porque me quitaron los músculos y los nervios del cuerpo durante ocho horas, durante la cirugía y una vez vuelto a colocar, te enfrentas con el tejido cicatrizal y con algunas partes que no van a volver a funcionar. Hay un trozo de piel reblandecido en mitad del brazo; básicamente la parte superior de mi brazo no tiene ninguna sensación física. Cuando salí de cirugía, había pequeñísimas y tremendamente dolorosas agujitas y pinchitos en la mano, lo cual al principio me asustó. Me dije, ‘Oh dios, ¿y si esto es para siempre? ¿Y si todo lo que toco duele?’ Afortunadamente, los nervios de mi mano van a volver a funcionar correctamente pero lo interesante es que tengo que enseñarle a mis terminaciones nerviosas a sentir ciertas cosas. Las texturas son bastante ajenas para mi en este punto. Me llevó una semana completa diferenciar entre madera y tela y coger la guitarra y ser capaz de hacer eso. Para mayor sorpresa mía, mis dedos fueron capaces de tocar y aún había mucha memoria muscular en mi brazo izquierdo. Estaban articulados pese a la ausencia de músculo en mi brazo, que es casi total. Mis dedos requieren muy poca musculatura; mis dedos podían hacer lo que siempre han hecho con una guitarra. Fue destacable, super sorprendente. Lo pongo así: estuve atrapado en el Reino Unido por seis semanas y media y cuando llegué a casa me metí en el estudio y había una guitarra en la pared y me quedé ahí mirando tratando de ir pillando las ganas y la confianza para cogerla y tocarla. Para mi, en ese momento, representaba algo más que solo una guitarra. El momento en que la cogiera, iba a evaluar donde estaba y cuanto trabajo me quedaba por delante para volver a la normalidad o lo que fuese la nueva normalidad. Como dije, para mi sorpresa, me lo puse en el regazo y fui capaz de tocar al momento. Al principio, era música country; acordes simples y a los tres o cuatro días siguientes, mis dedos fueron capaces de estirarse. Tras cinco días, fui capaz de tocar todas nuestras canciones y al final de la semana había compuesto tres canciones.
Así que fue muy rápido y creo que es una herramienta increíble dadas la naturaleza específica de mis lesiones. Tener una herramienta así no solo es bueno físicamente para mi brazo pero también algo positivo mentalmente y algo constructivo espiritualmente. Es como que hay una herramienta para volver a poder hacer todo lo que podía hacer con mis manos. He empezado de nuevo a hacer arte y empecé a componer muchas más canciones, así que todas esas cosas son herramientas multifaceta para expresarme y arreglarme y entretenerme conmigo mismo. Pero eso no viene sin dolor. Creo que una de las grandes lecciones que he sacado de este proceso es que he quedado reducido a las funciones físicas básicas de un crío de dos años y desde el accidente he tratado de recuperarme y eso no ocurre sin dolor. Sigo esperando, sigue estando tan fresco, sigo esperando para ese primer momento de mi vida donde, estando simplemente sentado, no me duela.
De hecho, no está tan mal porque andas adolorido todo el tiempo o si andas adolorido todo el tiempo, añadirle un poco más no te asusta. Así que lo que hago es ser muy agresivo con mi rehabilitación Mi terapeuta no para de preguntarme, ‘¿Te duele cuando hago eso?’ y mi respuesta es, ‘Si pero ya dolía antes de que empezaras, así que volvamos a ello’ (risas) No soy la clase de persona a la que le gusta quedarse sentado. No veo los beneficios de tiempo libre que puede tener esto. Veo esto como otro reto este año para el que estoy completamente equipado pese a ser ciertamente intenso. Sin duda ha sido traumático y ciertamente se ha convertido en algo que definirá este año, si no esta sección de mi vida pero por ello, creo que es importante no dejar que sea negativo. Si estuve en un accidente y eso estuvo mal. Fui golpeado, roto – eso está mal. No hay nada bueno en eso pero puedes aprender algo de ello, como en todo. Como cualquier error o cualquier lesión a una persona, puedes sacarle algo y usarlo par hacerte mejor.
Con esto en particular, me ha afectado a tantos niveles diferentes, me permite recuperar la perspectiva y recuperar motivación y reafirmar mis ideas y mis pasiones y hacerme, al menos, más seguro de mi mismo, más resuelto en las decisiones que he tomado en mi vida en cuanto a dedicarme a la música y como dije en el comunicado de prensa, esto no fue culpa de mi carrera, no fue culpa de mi estilo de vida. Esto podría haber pasado… Es ese cliché, podría haber pasado saliendo de mi casa por la mañana o en la ciudad de camino a un concierto o a comer. Simplemente lo que hacemos en Baroness nos pone en la carretera con mucha frecuencia así que hay parte de riesgo pero no era algo inevitable. Fue una casualidad y como todas las cosas que pasan por casualidad, tenemos que usarlo. Podemos usarlo fácilmente de forma negativa y hacernos más temerosos de salir de casa o salir de gira o, sabes, menos seguros y paranoicos y tristes de alguna manera pero no tiene nada que ver con que nosotros volvamos a salir (a la carretera). Es simplemente que nos ha pasado algo y que llevará un minuto volver a estar listos pero, a la mierda, volved a ponerme en la carretera; eso es lo que hago. Esto no es la clase de cosa que vaya a parar eso.”