El batería de Muse, Dom Howard, ha reconocido a The Guardian que los abusos de la bebida del bajista Chris Wolstenholme, hizo que le tuvieran que dar un ultimatum.
“Por la razón que fuese, aún podía tocar el bajo aún estando jodidísimo. Bebía en el escenario. Empecé a contar cuantos tragos se tomaba en el set y le veía ponerse más y más ciego. Para cuando nos bajábamos del escenario estaba jodido. La cosa se ponía demasiado rara. Le dimos varios ultimatums. Ahora Chris dice cosas como, ‘No puedo creerme que aguantaran conmigo durante 10 años’. Lo cual es cierto. No puedo creerme que lo hiciéramos. Pero lo hicimos. Siempre he creído en la integridad de la banda y en seguir juntos.”
El propio bajista explica que el problema lo tenía casi desde que empezó con el grupo aunque logró mantenerlo en secreto ya que no “era un borracho asqueroso”. El 1 de abril de 2009, tras un periodo de beber mucho, Wolstenholme tuvo “un pequeño colapso” que le hizo tomar la decisión de luchar contra su adicción. Cuenta que “todo contra lo que debería haber luchado en los 10 años previos me dieron en la cara. Hay algunas cosas de las que me arrepiento. Probablemente hay cosas que debería haber disfrutado más y eso disgusta un poco. En la mierda en la que estaba metido no sentía ninguna clase de emoción intensa. Estás de bajón todo el tiempo. Pero la cara es que ahora disfruto. Me he lanzado a la música de una manera que no he hecho en 10 años. Suena cursi pero era la única cosa que me hacía sentir en paz.”