El batería de Velvet Revolver, Matt Sorum, ha reconocido a Wendy Campbell en «Source Of The Sound«, que la banda tiene entre poco y nada de futuro. Y es que como cuenta, la sola existencia del grupo fue un milagro.
«En mi opinión, Velvet Revolver, fue un milagro. Porque éramos tíos de 40 años, montando una banda que iba a ser percibida como una banda de rock and roll moderno. Y eso lo logramos. Competíamos contra tipos mucho más jóvenes, tuvimos mucho éxito. Logré mi primer Grammy, lo cual fue maravillos y es, para mi, una de los momentos álgidos de mi vida porque por primera vez era miembro desde el principio: yo siempre era el tío que entraba para ocipar el sitio de otro. Velvet Revolver lo formaban tipos con los que ya había tocado antes pero se consideraba una banda nueva.»
El grupo no parece tener nada de futuro porque sus miembros parecen más cómodos tal como están ahora. «Creo que Slash está especialmente contento siendo Slash y no teniendo que lidiar con todo el drama que hay estando en una banda. Él es el líder de su banda y salen al escenario a su hora y tocan sus canciones. Tengo que respetar a Slash por eso porque se ha pasado la mayoría de su carrera esperando a que la gente apareciera (risas) Lo que quiere es salir a la carretera y que sea todo fácil y bonito. Subirse al bus de gira con una banda nueva y tocar canciones. Lo respeto totalmente.»
Bromea Sorum sobre la posibilidad de que escriba una biografía como han hecho Slash y Duff McKagan. «Mi libro sería mucho mejor que el suyo y te diré porqué: yo me acuerdo de todo y ellos no se acuerdan de una mierda (risas) Le dije a Duff, 'Duff, ¿como vas a acordarte de escribir un libro? Si ni te acuerdas de donde estuviste anoche'. Le dije, 'Escribiré un libro para ti y este es el título, 'Duff McKagan: La mierda de la que no me acuerdo' por Matt Sorum. Cada vez que contara mis historias decía, 'Duff, ¿estás grabando esto de ahora? No quiero que mis historias salgan en tu libro'. En el libro de Slash hay, garantizado, cinco años en medio de ese libro que faltan. Y te diré qué era fue: de 1990 a 1995. Esos tíos no se acuerdan de una mierda. Y si miras su libro, de alguna manera termina en aquellos primeros años y entonces da un salto hasta la separación. Hay mucha otra mierda que pasó entre medio. Yo podría rellenar los espacios en blanco y podría contar cientos de historias mejores que las que han contado ellos. ¿Y sabes qué? Nadie me ha ofrecido suficiente dinero para que lo cuente todo (risas)
Es interesante. Empecé a escribir (un libro) y hacerlo es algo muy catártico, purificador. Porque, es decir, la gente puede ver desde fuera como es estar en una banda como quiera pero es son tiempos muy emocionantes en tu vida. Es muy parecido a una relación. Te lleva años y años superar ciertas situaciones. Pero es muy catártico hacerlo porque puedes echar la vista atrás y ver tu participación en ello y decir, 'Podría haber hecho esto de otra manera'. Y esa es la parte que sé que Duff sacó de su libro. Ahora es un ser humano completamente diferente de lo que solía ser. Es decir, el tío tiene dos hijas, una familia. Hubo tiempos en los que solíamos salir tanto de fiesta que ni siquiera sabíamos si hablábamos inglés, ¿sabes? (risas) Ahora el tío tiene un título en económicas. Es fantástico. Lo mismo con Slash. Slash tiene dos chicos, tiene una familia.»
Concluye el batería recordando que «cuando estábamos todos ahí (en el escenario de la ceremonia de entrada de Guns N Roses en el Salón de la Fama del Rock and Roll, el pasado abril), pensé, 'El hecho de que estemos aquí vivos, aquí todos, es un milagro'. Incluido Steven Adler (a quien sustituyó en Guns N Roses). Poco a poco va superando lo suyo (problemas de adicciones) y le respeto por eso. Sé que ha pasado por muchas cosas complicadas pero está bien. Pero estuvo ahí, estuvimos ahí juntos y fue guay conmigo. Me reí con él. Le dije, 'Tío, mira los Red Hot Chili Peppers. Tienen como siete baterías. No tenemos esas mierdas. Le dije, 'tienen como 20 guitarristas, siete baterías'. Se río y me dijo, 'Si, tienes razón'.«