Niclas Müller de Metal Shrine charló con Wes Borland, guitarrista de Limp Bizkit, sobre su proyecto paralelo, Black Light Burns.
Preguntado por el cambio producido en la industria musical en general,Borland opina: “Encendamos el motor. Tal como están ahora las cosas, no se hace dinero de vender discos pero hacerlos es muy barato. Se ha colmado el vaso. Ahora cualquiera puede hacer un disco sin gastar nada y hacerlo en casa, sonando genial. Por eso y por internet tenemos ahora esa saturación musical en todos lados.
Algunas cosas son geniales y hay gente que ha hecho discos probablemente gratis en casa y no ha podido sacar nada. Tienes toda esa música genial pero también tienes toda esa música mierdosa que la gente está sacando. Música ancla. Es realmente difícil encontrar buena música. Es como buscar una aguja en un pajar.
Gracias a dios está Spotify y así porqué a veces esas cosas te llevan a otras cosas que se parecen a las que escuchas. Tienes una especie de navegación a través de ese desorden de cosas y creo que eso está mejorando. Las gotas han colmado los vasos y todo el mundo está tratando de ver como lidiar con ello. Cosas como Spotify son geniales y van a, en algún momento, empezar a volver a darles beneficios a los artistas para poder seguir haciendo discos pero ahora mismo es imposible para la gente vender discos, a no ser que seas uno de los titanes del mundo como Lady Gaga.
Es triste porque mucha gente no va a poder hacer de la música su vida y hacer ese segundo o tercer disco. ¿Cuantos más discos vamos a tener para convertir a las bandas en leyendas? Probablemente haya unos Led Zeppelin por ahí a los que les han quitado la alfombra de debajo de los pies porque no tienen tiempo o dinero para salir de gira, así que todas las cosas que podrían ser en su carrera no se cumplirá porque tendrán que lavar platos para pagarse el alquiler. Esa es la mayor pérdida, que la gente no pueda permitirse hacer música.
Veremos qué pasa. Quizá vuelva a pasar que la gente se pueda permitir dedicar sus vidas a la música. Black Light Burns está vendiendo una mierda pero de alguna manera la gente parece haberlo escuchado. Tengo a gente todo el día diciendo, ‘Oh, ¡el disco es maravilloso!’ y gente que me dice que les encanta el disco pero nadie lo ha comprado. Ahí estamos. Nadie está comprando discos y eso es aún peor para otras bandas.
Son tiempos que dan miedo pero tengo una especie de esperanza de que estamos pasando por un valle y que habrá una subida, que tenga sentido para todos. Puedes conseguir toda la música por mucho menos de lo que habrías pagado en el pasado y podemos, de alguna manero, sacar dinero de vender discos. No las cantidades que estábamos haciendo pero suficiente como para poder hacer carrera. Eso sería genial.”