La revista Decibel le dedicará la portada del mes de febrero a los suecos Ghost que son asimismo objeto de una entrevista, de la que Blabbermouth nos adelanta algunos fragmentos.
Así, uno de los Nameless Ghouls expone la razón de haber elegido a Nick Raskulinecz como productor de su nuevo álbum:
La razón por la que queríamos trabajar con Nick era porque todos los discos que ha producido suenan únicamente a esas bandas. El álbum de Rush sonaba a un álbum de Rush. El álbum de Alice In Chains sonaba a Alice In Chains; el de Foo Fighters sonaba a Foo Fighters y así. Mientras que hay productores por ahí que están orgullosos de ponerle el sello de su sonido a cualquier disco que produzcan. Nick no es uno de esos, y parecía ser uno de los pocos que parecieron entender nuestro enfoque arqueológico en cuanto a nuestro sonido, que es algo que empezamos a hacer en nuestro primer disco. Ahora, con más recursos, estamos haciendo lo que queríamos hacer, que es un disco que suene como un disco caro hecho en 1978, en lugar de un álbum lo-fi hecho en los 70. Nick es uno de los pocos que entendió qué queríamos decir con eso y tiene mucha devoción por Satanás.
La banda ha firmado por un sello que pertenece a Universal Music Group, lo que sin duda puede ampliar el alcance del grupo.
En algunos aspectos, (estar en un gran sello) ha cambiado cosas para bien. Obviamente, nos metimos en esto con expectativas y exigencias, y hasta ahora, han sido sorprendentemente abiertos de mente en términos de libertad creativa. No han habido problemas. Obviamente, si comparas esto con el lanzamiento de un álbum como ‘Opus Eponymous’ (su primer disco), la expectativa es muy diferente en este momento. El planeamiento y el esquema general de este lanzamiento es muy diferente al que estamos acostumbrados. Nadie tenía expectativas con el primer disco mientras que, obviamente con este disco va a ser presentado a mucha gente que ya tiene expectativas.
En general, no es tan empresarial como esperaba que fuese. Creo que muchos grandes sellos han cambiado de ser esos grandes conglomerados de gente a la que le importa una mierda la música porque eso no funcionaba. A esos tíos les dieron la patada. Ahora, los que siguen trabajando ahí -no los propietarios pero los trabajadores- son ávidos coleccionistas, como tipos que podrían llevar un sello independiente. Han dedicado sus vidas al desparrame del rock and roll, así que tienen sillas en primera fila del infierno, como toda la gente del ‘show business’. En ese sentido, son auténticos adoradores del diablo. Pero obviamente, este es nuestro primer disco con un gran sello. Es un experimento. Pregúntame nuevamente el año que viene.
La banda grabó un cover de Abba («I’m a Marionette») que podría servir de cara B.
Somos suecos y Abba siempre ha sido una fortísima parte de nuestra herencia musical moderna. Todos crecimos con su música de forma muy presente. No solo es que Abba cogiera años de música tradicional sueca y las hiciera canciones pop. Hablo de música folk de los siglos XVI, XVII y XIV. Cualquiera de fuera de Escandinavia probablemente no estará familiarizado con esos tonos o lenguaje musical. Pero una de las razones por las que Abba triunfó al principio en Suecia fue por sus influencias folk. Creo que cualquiera de Escandinavia es fácilmente hipnotizado por esa clase de música, así que, para nosotros, Abba tiene un significado más profundo.