Yo tengo sentimientos encontrados aquí. Por una parte considero que el formato digital es muy beneficioso para el medio ambiente, dejar de usar tanto plástico y consumir discos de una manera masiva e irresponsable para tener todo en poco espacio (pendrives, discos duros y etc…). Pero por otro lado estoy con lo que dice Zero, es una forma de preservar la música ¿Quién dice que si algún día ponen un gran hermano en inet censurador no acaben por borrar ciertos discos o música y/o algún gobierno totalitario o ese gobierno mundial del que hablan David Icke, Chomsky y otras personas? Podríamos ver cómo borran generaciones de rock, heavy o cualquier estilo rebelde porque sí. Igual estoy siendo muy paranoico pero dados los acontecimientos políticos me espero cualquier cosa.

Además de la magia de admirar un artwork original o precioso (se me ocurren ejemplos como los discos de Baroness, Tool, Mastodon y etc…) y ver más los detalles de quién ha compuesto tal o cual tema. Por otra parte estoy radicalmente en desacuerdo con Robb Flynn en eso de los discos cortos, que ahora la gente consuma música como hamburguesas del McDonald no significa que los discos «largos» no molen o muchos sean grandiosos. Yo no quitaría una canción del «Superunknow», «Mellon Collie», «Ten», «Lateralus», «The Wall» y etc… Amen de sus geniales artworks. Lo que no hacen las bandas son discos como un todo o una obra completa, sino singles y eso es muy triste. Así está el panorama musical y así se los he contado.

Muy interesante lo que planteas del libro con el código para descargar el disco, Rob.

Creo que a día de hoy sería la opción más viable, aunque siempre recelaré del soporte digital. Si no disponemos de las creaciones en formato físico, lo más probable es que acaben desapareciendo tarde o temprano. Sí, evidentemente los discos que tengo en mi estantería acabarán hechos papilla de aquí a muchos años, pero creo que se entiende lo que quiero decir. Nos arriesgamos a que el arte que se produce en nuestra época desaparezca de un plumazo, hay que adaptarse a los nuevos tiempos pero con un poco de cabeza.

La sociedad se está acomodando demasiado en los soportes digitales, ya sea en el caso del arte o simplemente gestiones de datos, que en caso de desaparecer nos dejarían con el culo al aire. Sinceramente no creo en los almacenamientos virtuales como único soporte, aunque sí como un complemento cómodo y de fácil acceso.

Lo que está claro es que el CD como soporte para oír música está sentenciado: desde el momento en que podemos descargarnos los discos en FLAC, el hecho de contar con un formato físico para reproducir un disco deja de tener sentido ya que la mayor ventaja de este era el sonido, mejor que el de un mp3. Si ya puedes tener un álbum con la misma calidad sonora que un CD en un formato digital, ¿para qué vas a querer un CD?

Yo mismo aún comprándome un disco (que he de reconocer que hace tiempo que no hago xD), termino o descargándolo o ripeándolo y «archivando» el CD. Es decir, digamos que el único valor que acaba teniendo el CD en si sería el libreto por lo que la opción de, por ejemplo, hacer un libro de tapa dura con todo el arte incluyendo un código para descargar el álbum en el formato que te apetezca no me parece mala idea…

Aunque también habrá quien dirá que para qué quiere un libreto físico cuando puede tener el arte en soporte digital. Supongo que esa es otra vía a explorar: hacer alguna clase de sitio web/aplicación que acompañe el disco del mismo modo en que siempre se han podido utilizar los vídeos: para expandir el lado artístico de un grupo.

Es una posicion completamente opuesta a la de Steven Wilson por ejemplo.