High On The Seas

¿Preparados para embarcaros en un viaje que nos lleve a la década de los 90? Las barcelonesas se ofrecen a llevarnos a bordo de un barco construído de sólidos materiales: guitarras afiladas y con buena dosis de distorsión cuando la marea lo requiere, bajo y batería que sirven de faro y una voz de capitana a la que en no pocas ocasiones acompaña el resto de la tripulación logrando armonías vocales de lo más convincentes. El DeLorean no nos dejaría disfrutar del viaje del mismo modo que lo hace este «High On The Seas».

Los referentes del cuarteto que forman Cecilia Diaz (voz), Natalia Brovedanni (guitarra, coros), Martha Wood (bajo, coros) y Laura Oliveras (batería, coros) están claramente situados en el rock alternativo de propuestas como , , , o y si bien se pueden vislumbrar pinceladas de todas esas bandas, el resultado que logran tiene su propia personalidad y dista mucho de ser una simple fotocopia de ese sonido ‘grunge’/alternativo del que beben.

El barco de se pone a navegar (en una travesía de poco más de media hora) con «Báltico«, una primera muestra de lo que son capaces: un inicio medianamente reposado que acaba desembocando en un potente estribillo. De todos modos, el viaje no hace sino mejorar con el paso de los temas: «Cantábrico» es un delicioso ejemplo de lo bien que logran equilibrar su amor por la distorsión y la melodía pop más pura, «Mar Muerto» cuenta con un estribillo de esos que se clavan en el cerebro cual medusa en brazo/pierna de bañista despistado, «Fidji» de algún modo puede recordarnos por su ritmo a la isla del Pacífico (o por buscar referentes menos etéreos personalmente me ha traído a la mente a ) pero aderezado con otro genial estribillo, «Mar Muerto» se va construyendo poco a poco hasta llegar al «Be my murderer» del estribillo que también queda marcado a fuego aunque solo sea por el modo en que resuena pronunciado por Cecilia Díaz o «Pacífico» con una línea de bajo al inicio que recuerda poderosamente a «The Rat Cage» del sensacional álbum instrumental de «The Mix Up» aunque luego poco tenga que ver con ella y el tema sea otro tratado de rock digno del Seattle de mediados del 93 con unos hipnóticos coros.

El barco llega a puerto sano y salvo con «Fisterra» casi sin darnos cuenta y con ganas de repetir: esto no es el Titanic ni el Costa Concordia. Lo que logran con su primer largo no está al alcance de cualquiera: que cerremos los ojos y tengamos la impresión de estar en otra década pero sin que nos ahoguen las olas de la melancolía. No creo exagerado decir que sin duda «High On The Seas» es de lo mejor que se ha publicado este 2013 en cuanto a rock alternativo y complicado será superarlo.