El frontman de Machine Head, Robb Flynn, ha querido recordar sus momentos con Jeff Hanneman, guitarrista de Slayer que fallecía el pasado día 2 por una insuficiencia hepática.
Sigo sin poder creerme que Jeff Hanneman de Slayer esté muerto, cosas como esas no pasan. ¿¿¿Los thrashers no mueren??!! ¡¿¿Qué cojones!?? No voy a sentarme aquí y decir lo bien que le conocía y que éramos los mejores amigos o algo, porque no lo éramos, casi ni llegábamos a ser conocidos. Hice 8 giras y más de 120 conciertos con ese tío y, sinceramente, nunca llegué a conocerle. Siempre estuve más cerca de Kerry (King). Jeff era super tranquilo, muy reservado, se ponía algo alterado cuando estaba borracho, pero andaba algo perdido y parecía enfadado porque la gente estuviera de fiesta a su alrededor a pesar de que él mismo también estaba pillando un pedal.
Pese a todo, recuerdo algunos buenos ratos con él. Uno fue en Basilea, Suiza, allá por noviembre de 1994, cuando Machine Head éramos los primeros teloneros de Slayer en la gira Divine Intervention. Era uno de esos conciertos donde ocurre algo tan al azar que nunca te deja. En este caso, el concierto estaba patrocinado por cigarrillos Chesterfield y cada chaval que entraba se llevaba 2 paquetes gratis.
Nunca había visto tanto humo en una sala en mi vida. Recuerdo subir al escenario y gritarle a nuestro roadie/chico para todo Mike Scum, «TÍO, apaga la puta máquina de humo» y me dice, «TÍOOOO, no es la máquina de humo, ¡son los cigarrillos!» Era casi imposible respiraren el escenario. Tras el concierto estábamos ahí en el backstage y Jeff entró. Empezamos a quejarnos de la locura de los cigarrillos y me invitó a su camerino para tomar una cerveza. Nos sentamos y hablamos un rato y me puse en plan nerd-Slayer preguntándole qué canciones había compuesto.
Yo: ¿Quien compuso «Angel Of Death?
Jeff: Yo.
Yo: ¿La letra también?
Jeff: Sip.
Yo: ¿»Reign In Blood»?
Jeff: Yo.
Yo: ¿»Dead Skin Mask»?
Jeff: Sip.
Yo: ¿»South Of Heaven»?
Jeff: Yo.
Yo: ¿»Black Magic?»
Jeff: Ya lo sabes.
Yo: ¿»Hell Awaits?»
Jeff: Sip.Y así siguió, ese tío compuso música y letra de una gran parte de mis canciones favoritas de Slayer. Fue una gran influencia en mi forma de componer en particular con los arreglos y el atrevido uso de los cambios de tono. Lo que ha caracterizado a Slayer por encima de muchas otras bandas es que siempre estaban en el traste en lo que a cambios de tono se refiere.
Los solos están en algunos de los tonos más aleatorios que se te puedan ocurrir pero eso lo hacía todo mucho más frenético y cuando volvía el estribillo, ¡BOOM! ¡DEMOLEDOR! Encajaba perfectamente. Era uno de los pocos metaleros que haya conocido nunca que no andaba muy metido en Pantera. Me dijo que le gustaban «algunas cosas» pero le parecían a veces «demasiado blueseros» y que le gustaban más «notas malvadas o riffs tristes».
Otro buen recuerdo fue compartir el bus de gira en agosto de 2001 en la gira por Corea / Japón / Australia. Era todo aviones y hoteles, compartíamos a diario equipo, tour manager y manager, así que todos íbamos en el mismo bus desde y hasta el aeropuerto y el hotel. A veces los viajes eran una o dos horas así que ahí estabas haciendo el gilipollas. Una vez, un chaval australiano se metió cocido en el bus estando todos ahí sentados. Estaba desesperado por conseguir autógrafos y entró en el bus gritando (¿qué si no?) «¡¡¡SLAAAAAAAAYYYYYEEERRRR!!!» Entonces me vio y soltó, «Hostia puta, Robb Flynn, tío, me encantan Machine Head pero son los putos SLAAAAAAAYYYYYYYEEEERRRRR». Miré al cabronazo a los ojos y le solté, «Joder, ¡¡VETE A TOMAR POR CULO!!» Hanneman cayó muerto, se estuvo riendo 10 minutos seguidos, con esa risita suya aguda ligeramente femenina.
El tío me apoyó cuando Kerry King y yo tuvimos aquel largo pique, venía a verme en los festivales y hablábamos, le dábamos normalidad. Incluso me apoyó en la revista Decibel cuando le preguntaron por el enfrentamiento diciendo, «Robb es un buen tipo» y que «Kerry es como la novia de la banda, siempre peleándose con alguien». Me eché unas buenas risas con eso.
El último recuerdo que compartiré es de la parte americana de la gira de Divine Intervention, en marzo de 1995. Era Slayer, Biohazard y Machine Head abriendo. Tocábamos en el International Ballroom de Atlanta, Georgia. Había estado dejando de lado algunas de las nuevas canciones de «Divine», lo cual me pareció raro. Estábamos ahí en su camerino antes del concierto, él y yo, y le eché arrestos para preguntarle porqué. Al principio bromeó diciendo que «no quería aprendérselas, no le gustaban, las compuso Kerry«. Se reía entre dientes y de golpe paró. Miró al suelo y se puso serio. Me dijo que llevaba pasando mucho dolor en las muñecas, manos y muñecas se le insensibilizaban continuamente, y se le insensibilizaban en esas canciones porque eran realmente rápidas. Entonces se puso a llorar. Era una confesión alarmante. Hice algún comentario incómodo para hacerle sentir bien pero él seguía llorando y decidí sentarme ahí en silencio con él durante un minuto. Me dio un abrazo y dijo, «¡Guau!» y se fue riendo hacia el escenario, se giró y me dijo, «Gracias, tío».
Fue un momento intenso, uno de esos raros e intensos momentos que tienes con alguien, imagínate con alguien de otra banda.
Me hizo respetar a ese tío.
Ese es el Jeff que voy a recordar.
Para Kerry, Tom, Dave, Paul, Rick Sales Mgmt y la familia de Jeff, mis sinceras condolencias.
D.E.P. hermano.