La MTV ha charlado con Chino Moreno a propósito del lanzamiento del debut de Palms tratando además otros asuntos entre los que no podía faltar «Eros», el último trabajo en el que participó el bajista Chi Cheng antes de sufrir el gravísimo accidente que le postró sus últimos años de vida en una cama.
Del sonido de Palms explica:
Creo que es una buena dicotomía y completa a un artista. Con la música que he hecho a lo largo de los años, siempre ha habido un ying y un yang con el material más agresivo y el más introvertido, emocional. Me parece una buena dinámica, flotar entre esos extremos.
No pensé en lo que ellos (sus compañeros de banda fueron miembros de Isis) habían hecho antes. Simplemente reaccioné a las canciones que ya tenían. Las canciones son espaciosas y atmosféricas de un modo cinemático. Hay mucha calidez pero también hay frialdad en ciertas partes. Creo que llegan a los dos límites del espectro. Cuando hago una u otra no me siento fuera de lugar o que que esté intentando hacer una cosa u otra, simplemente la música me habla.
Títulos como «TropicS» o «Patagonia» hacen referencia a regiones. Algunas canciones son mas frías, más crípticas y tienen una sensación intergaláctica. Otras canciones dan la sensación de poder estar en el espacio o en la playa.
De sus influencias:
La música heavy llegó más tarde en mi vida. Escuché mucho pop británico y new wave (siendo joven). Siempre conecté con Depeche Mode y The Smiths. Más adelante me adentré en la música heavy.
Sobre como encajan algunas de las canciones:
«Antarctic Handshake» sonaba como el cierre del disco. Es una canción fría. Es muy críptica pero tiene una especie de ritmo bueno. Algunas de las letras son de decir adiós de la manera más civilizada pero es una sensación triste. La canción me hizo sentir así. El ritmo de batería parece muy distante. Es una despedida triste. Hay una amalgama de emociones, no solo en el disco sino en la vida diaria por los que pasa todo el mundo. Yo escribo un disco, no digo, «Esto será un disco feliz» o «Este será mi disco triste». Con música como esta es imposible ceñirte a una sola emoción. Es un rango y lo sigo.
No compone para superar miedos o hablar a través de sus composiciones de temas que prefiera evitar:
Nunca tengo la sensación de componer y estar sacando mis demonios. No hago música con esa mentalidad. No diré que nunca pase pero cuando grabo, es mi reacción a la música. Me gusta decir que es bastante genuina y espero que aguante el paso del tiempo. Pero no quiero que dé la impresión de que lo he hecho para sentirme realizado en modo alguno. Es mucho más un experimento divertido. No hay nada planificado detrás.
Sobre las expectativas que el proyecto ha levantado:
No soy fan de las expectativas. Sé que suena mal pero trato de no tener expectativas. Así, cuando algo es genial, es realmente genial.
De «Eros», el disco de Deftones que sigue en la despensa a la espera de encontrar el momento ideal para publicarlo:
Me preguntan mucho por ese disco. Durante un tiempo, estuve dando la misma respuesta, «No, no, no, no, no, no, no». Tras la muerte de Chi, volví a escuchar parte del disco y es, como mínimo, una experiencia intensa. Creo que debería publicarse pero no tenemos planes definidos. Aún hay que hacer algo de trabajo en él. Deftones hemos ido avanzando a ritmo fuerte, positivo, por lo que parar y reflexionar sobre algo de hace cinco años, no sé si estamos preparados para eso. No estoy seguro de si queremos dedicar nuestra energía a ello. Es algo especial para nosotros: es lo último en lo que tocó Chi. Verá la luz del día solo que no sé cuando.