Hace unos meses Dave Grohl aprovechaba alguno de sus huecos en su agenda para mezclar unas grabaciones inéditas de BL’AST! («It’s In My Blood»), una banda hardcore en una onda de otras míticas como The Accused, D.R.I. o Void, con la que tuvo ocasión de girar en sus tiempos en Scream y a la que ciertamente, idolatraba.
«Todo el mundo solía tener una pegatina de BL’AST! en la parte de abajo de su puto skate,» asegura Grohl a Spin. «Cuando conocí a BL’AST! fue algo grandísimo para mi. Estaba asombrado. Ahora, al mezclar el disco en mi estudio unos 20 años después, me encontré en aquel mismo sitio emocional. Me volví a sentir con 18 años como si volviera a estar en la habitación con algunos de mis héroes, que eran los chavales más mayores y guays, que dejaban a estúpidos mequetrefes como yo estar ahí con ellos.»
Grohl, a llamada del jefe de Southern Lord, Greg Anderson, hizo una mezcla que desvistió de sobreproducción ochentera a la original existente y desenterró las pistas de guitarra del que fue el segundo guitarrista del grupo en un breve espacio de tiempo: William «Kip» DuVall, el actual frontman de Alice In Chains.
De la grabación de aquel disco -que suponía el segundo del grupo- su frontman, Clifford Dinsmore, recuerda:
Lo grabamos en un sitio llamado Mars Studios, en la parte campestre de Santa Cruz. En ese momento, la gente no sabía como lidiar con nuestra clase de música. Conocía al ingeniero de ahí, ya que mi madre le medio conocía, y adoptó una mentalidad muy abierta al hacer ese disco. En ese momento, hizo un buen trabajo. Cuando nos metimos ahí e hicimos «Manic Ride» (1989), él no estaba y todo se fue al garete.
De la incorporación de William DuVall, Dinsmore explica:
Steven (Stevenson), el primer guitarrista, se fue y nos dio una carta que Kip había escrito – por aquel entonces el mote de William era Kip. Había escrito algunas cartas a bandas que le gustaban diciendo, «Si necesitáis guitarrista, me apunto». Hablamos con C.O.C (Corrosion Of Conformity) y gente que le conocía, y nos dijeron que era realmente bueno. Así que le dijimos, «¿Quieres estar en la banda? Ven para acá».
A nuestra edad y estando en una banda punk, no teníamos mucho que ofrecer. Se vino a Santa Cruz y vivió en mi pequeño apartamento de dos habitaciones en un cuarto hecho de cortinas en mi comedor.
DuVall amplía:
Solo tenía 18 años por entonces. Mi banda de Atlanta, Neon Christ, se había separado y BL’AST! estaban, probablemente, entre la única otra gente del país en esos tiempos que tenía el mismo sentido estético de como debería sonar la música que yo (risas). Incluso tocábamos la misma clase de guitarras. Éramos almas gemelas así que me uní a su grupo.
Recuerdo haber ahorrado suficiente dinero para volver a Atlanta para las Navidades, habiendo vivido un tiempo en Santa Cruz, pero BL’AST! tenían un concierto en el Anti Club de Los Angeles el 26 de diciembre (risas). Así que me tuve que ir la noche de Navidad en avión hacia Los Angeles para el concierto y Chuck Dukowski me vino a buscar al aeropuerto en la vieja furgoneta de Black Flag. Fuimos a las instalaciones de (la discográfica) SST, sus oficinas. Dormí en el suelo.
La relación no duró demasiado pero el reencuentro ha sido agradable. Según Dinsmore, «creo que fue realmente duro para él estar lejos de la familia. La cosa llegó a un punto en que musicalmente en que Mike (Nieder, guitarrista) decidió que no necesitábamos dos guitarristas. Volvió a Atlanta. Creo que la última vez que le vi fue la siguiente gira que hicimos tras eso. La primera vez que volví a hablar con él fue 25 años después cuando fuimos a casa de Dave Grohl.»
Cuenta DuVall que «empezaron a surgir diferencias. Así que me volví a Atlanta para formar mi propio grupo. Fue una experiencia realmente extraña y no la cambiaría por nada del mundo. Ha influido en mi propia ética de trabajo en Alice In Chains. »
Sobre cuando Dinsmore conoció a Grohl:
Éramos buenos amigos de su banda, Scream, así que nos dijeron, «Tenemos un grandísimo nuevo batería. Es increíble». Entonces, en el CBGB, viendolo tocar fue, «Dios mío, ¿donde han encontrado este chaval?» Era una locura. Es un tío increíble, igual que hoy.
Grohl añade:
Era la primera vez que tocaba en Nueva York y la primera vez que estaba en el CBGB. BL’AST! sonaron como una puta bomba. Es divertido porque tenían ese truco en la manga en el que tenían un momento de duda antes de que el ritmo cayera. Cada vez que tocaban el primer golpe, era solo un par de milisegundos tarde y Clifford pisaba fuerte en el suelo y su cuerpo se tensaba como si un boxeador profesional golpeara a alguien. Era una locura. Nunca antes había visto algo así.
Y para una banda tan compacta, iban super sueltos. Era realmente raro. No teníamos esas bandas en la escena hardcore de D.C. Y por supuesto, había visto a Void y Black Flag y bandas realmente heavy hardcore. Pero BL’AST! tenían algo que era más siniestro. Y la estética, las zapatillas que calzaban era un rollo de surfero de California y todos hablaban como si salieran de «Fast Times at Ridgemont High«, e iban de gira en una furgoneta de aeropuerto para minusválidos (risas). Eran la hostia. Me enamoré al momento.
De sus recuerdos del grupo, Grohl cuenta:
Bueno, no quiero pintarles como un puñado de Spicolis saliendo de una furgoneta humeante, pero es que eran como unos Spicolis saliendo de una furgoneta humeante (risas).
Mi primera noche en California fue en Santa Cruz con los chicos de BL’AST!, y fue como si hubiera volado a otro planeta. Era una locura. Vivían en un edificio en forma de «A», a unas manzanas de la playa, donde la madre de alguien hacía pasta para todos y hacía unos canutos (risas). Dije, «Me quiero quedar. ¡Pertenezco a esto!» Y luego vi un ‘drum circle‘ y dije, «No, no pertenezco a esto».
De su participación en esta remezcla explica:
Conozco a Greg (Anderson) desde hace muchísimo tiempo. A ese tío le encanta BL’AST!. Una vez me dijo, «Voy a decirlo: eran mejores que Black Flag». Y eso son palabras mayores, pero es el puto Greg. Descubrió esas cintas y quería remezclar, remasterizar y reeditar esos álbumes, y me preguntó si podríamos hacerlo en mi estudio.
La mezcla original del álbum era muy ochentera. Mucho reverb. Cuando pusimos las pistas aisladas escuché una banda super potente en una habitación que necesitaba algo de claridad. Así que le quitamos todo eso y lo pasé por la vieja mesa de Sound City y le di caña. Y es la hostia, tío. Quería ese sonido que oí cuando tenía 18 años en ese lado del escenario del CBGB. ¡Eso son los putos BL’AST!!
De las pistas de DuVall, el frontman de Foo Fighters expone:
Había grabado el disco con ellos pero dejó la banda así que ellos simplemente enmudecieron sus partes. Fue como, «¡A tomar por culo!» Le dieron al ‘mute’, así de fácil. Así que subimos esas pistas. Fue como, «¿Podemos usarlas?»
Por lo que Dinsmore contactó con su ex-compañero:
Le mandé un mensaje sobre qué le parecería incluirle y dijo, «Si, suena guay». Ha sido guay poder incluirle en el álbum ,porque suena mucho mejor con él. Le da una nueva dinámica.
Dinsmore se enorgullece de la obra de su banda y considera que ha servido de inspiración a muchas otras:
Creo que BL’AST! fuimos bastante infravalorados en nuestro tiempo. Cuando miro a The Dillinger Escape Plan, o Botch, o Converge, o el hardcore más nuevo que busca los límites, pienso, «Guau, a eso ha ido». Es difícil decir si esas bandas hubieran existido de la misma manera si nuestra música no hubiera existido, tocando ese estilo de hardcore técnico con el que tropezamos. Tengo la sensación de que contribuimos a esa clase de música y cimentamos el camino para que saliera ese material más heavy.
El disco de BL’AST! lo podéis escuchar en la web de Spin.