James Hetfield, Kirk Hammett y Rober Trujillo han hablado con Crave Online coincidiendo con el estreno en unas semanas del filme 3D de Metallica, «Metallica: Through The Never». Sin embargo, la charla vira hacia otros temas como el siempre debatido enfrentamiento del grupo de San Francisco con Napster.
Según parece Lars Ulrich, que se convirtió en la voz cantante contra la empresa de intercambio de archivos, acudió a la boda de su creador, Sean Parker. Hetfield asegura:
Mucho ha cambiado todo. Y, no sé, es como que en nuestra vida, a medida que te haces mayor, eres capaz de pasar ciertos obstáculos mentalmente y de amistades, como las cosas con Megadeth, gente de nuestro pasado. Se hacen algo menos potentes. Dejan de ser una fuente de odio. Te afectan menos y al final te das cuenta de que todo el mundo mira el mejor interés para el mundo. Él quería hacer algo. Tenía una visión y no tenía idea de las consecuencias que tendría.
Al final, somos todos adultos y te sientas y hablas y dices, «Hey, cuando hice esto, pasó eso». Nosotros hicimos lo mismo y avancemos desde ahí. Creo que aprendimos mucho desde, obviamente, la película «Some Kind Of Monster» y el Rock And Roll Hall Of Fame. Ver a todas esas bandas que no pueden aparecer y tocar porque siguen discutiendo por algo que pasó hace 20 años y no pueden celebrar un gran momento o crear un nuevo momento en la historia. La vida es demasiado corta para cosas así.
En otro orden de cosas, también hablan de como el género que iniciaron videojuegos como «Guitar Hero» o «Rock Band» han caído en el olvido. Hetfield cree encontrar respuesta a ello:
Creo que hay una cultura de fast food con los juegos. Es un juego. La gente se harta de los juegos y siguen con el siguiente. Hay tantos avances tecnológicos que lo siguiente que molará está a la vuelta de la esquina, no dentro de unos años. Quizá se acaba de hacer. Lo de ir añadiendo canciones es una buena idea pero su vehículo llegó a su fin. Es un juego. Es un juego de pulsar botones.
Trujillo, por su parte, ve los aspectos positivos que tuvo para el rock y el metal en general.
Diría que el juego, de algún modo, ayudó a impulsar la música heavy metal porque muchos jóvenes eran expuestos a bandas como Black Sabbath, Judas Priest y Deep Purple. Les hizo querer comprar una guitarra o un bajo o una batería y empezar a tocar. Parecía que, durante un tiempo, entrabas en una tienda de música y vendían más cosas de DJ que guitarras eléctricas. Creo que (los juegos) ayudaron a cambiar un poco las cosas.
El análisis de Hammett no difiere del de Hetfield:
Con «Guitar Hero», creo que pasaron un par de cosas. Todo el que quería hacerse músico, se hizo músico y dejó el juego. Otra cosa es que la gente se aburrió. La gente se aburrió de jugar.