El esperado regreso de Failure se concretará en un concierto el 13 de febrero del próximo año en El Rey de Los Angeles aunque eso solo puede significar el primero de una serie de más actuaciones y lo que es más ilusionante: nuevo material del grupo.
Spin ha charlado con Ken Andrews que ha explicado los motivos que le han hecho volver a hablar con Greg Edwards.
Creo que básicamente es porque mi amistad con Greg se ha ido reavivando los últimos cuatro o cinco años – los dos tenemos críos de cinco años. Creo que eso nos ayudó a romper el hielo, pasar tiempo juntos como amigos porque la ruptura del 97 no fue agradable. Necesitábamos un par de años para salir y volver a ser amigos y luego se convirtió en esa bicha que nadie quiere mentar, «¿Por qué no hacemos música juntos?»
Si, nuestros hijos han ayudado mucho a que esto pase. Nos ha ayudado a que ambos tengamos la mente en otro sitio. Y también ha pasado muchísimo tiempo, antes de que ambos tuviéramos hijos. Había mucho tiempo por perdonar y olvidar.
Del futuro:
No lo sé. En este momento, el único pan seguro es este concierto en El Rey. Tengo la sensación de que se convertirá en algo más que eso. No hemos terminada nada aún pero tenemos algunas grabaciones que muestran que aún nos queda algo por decir musicalmente.
Del material que tocarán:
Hemos hablado de tocar «Fantastic Planet» de principio a fin algunas veces y creo que alguna vez terminaremos haciéndolo pero no en el primer concierto. Porque queremos hacer canciones viejas. Diría que el 50/60% será de «Fantastic Planet» pero hay al menos cuatro, cinco, seis canciones de los primeros dos discos que queremos tocar en directo porque creo que las tocamos mejor que la grabación y las disfrutamos. Pero queremos (tocar «Fantastic Planet» de principio a fin) algún día.
De las diferencias entre sus dos primeros álbumes y «Fantastic Planet»:
«Fantastic Planet» es tanto la meta de lo que queríamos como algo a lo que llegamos a evolucionar. Es más auténtico en el sentido de que no usamos productores externos o mezcladores – solo éramos nosotros tres, hicimos el disco de cabo a rabo. En ese sentido, somos nosotros: esto es lo que hacemos cuando nos dejan solos. Pero no parábamos de evolucionar como banda. «Comfort» lo hicimos con el batería original (Robert Gauss) que no apareció en nada más después de eso – tuvo un auténtico impacto en la composición más allá de sus partes de batería, venía de una ética punk, con producción al mínimo. Él y Steve Albini se llevaban bien en los términos de esa estética.
Greg y yo no – no teníamos ningún problema en teoría con muchas capas pero pensamos, «Es nuestro primer disco, podemos hacer un disco más básico». Y en cuanto a la composición, ese disco son la mayoría míos; en «Magnified» nos convertimos en un dúo de compositores y para cuando llegamos a «Fantastic Planet», Greg terminó escribiendo muchas más letras que yo. Creo que ambos compusimos la misma cantidad de música pero mi rol como ingeniero y artesano de las grabaciones dejaron más tiempo para que Greg trabajara en las letras. También estaba un poco más interesado en ello que yo.
De su condición de náufragos o banda que no pertenecía a movimientos como el grunge:
Creo que los 90 fueron una buen periodo en general para la música de guitarras, sin duda. No soy de los que odia que vuelvan los 90. Para nosotros, es un poco raro porque también nos sentimos náufragos durante el grunge: muchas veces nos catalogaban como grunge disonante, lo cual no tenía mucho sentido. La gente simplemente – si no sonaba como la versión grunge de Seattle, lo despreciaba. Es agridulce para mi. Nunca hicimos un gran impacto por aquel entonces así que si la gente nos entiende ahora, como parte del resurgir de los 90, lo veo como una ventaja para nosotros. ¿Pero en su momento? Nos costó. Teníamos guitarras heavys pero no éramos realmente grunge. Era difícil.