Publicaba hace unos meses Al Jourgensen, frontman de Ministry su autobiografía, «Ministry: The Lost Gospels According to Al Jourgensen«. Vía Alternative Nation podemos leer un extracto en el que relata como le descubrió las jeringuillas de heroína.
No es un mito que los yonquis andan juntos. Los parecidos se encuentran. El agua encuentra su propio nivel. Y no todos los yonquis son escoria – aunque muchos lo son. Algunos no son más que almas perdidas, cabrones equivocados o buscadores de glamour. El vocalista de Alice In Chains, Layne Staley, era de los últimos. Se metía drogas antes de conocerle pero él siempre fue de esnifar. Se esnifaba heroína o cocaína. Por alguna razón vino a ver a Ministry a Hawaii cuando cuando tocamos cerca de Pearl Harbor. Se metió en el backstage en los vestuarios y vio a Mikey pinchándose. Así que preguntó si podía probar. Le miré a los ojos directamente, le mostré una jeringa y le pregunté, «¿Estás seguro de que quieres hacer esto?» Y asintió. Me siento realmente mal por ello porque le pusimos en contacto con las agujas y ahora está muerto.
No me siento responsable porque de todos modos iba a encontrar alguien con quien pincharse; simplemente resultó que fuimos nosotros. Se metió una dosis y se desmayó y no se despertó. Casi no respiraba, no sabía si estaba muerto o vivo. Tuve que seguir echándole un ojo. Luego se despertó, pilló más droga y se chutó de nuevo. Cayó en las agujas como un pez en el agua pero puedo decir que se metió en eso por el glamour. Eso fue un error. Aparte del hecho de que murió por drogas, no hay glamour en ser un yonqui. Es el trabajo más difícil del mundo.