El guitarrista de Sepultura, Andreas Kisser, ha hablado con Metal Shock Finland quienes le han preguntado por unas recientes declaraciones de Max Cavalera en las que aseguraba que era muy difícil que volviera a reunirse con la banda ya que «hay mucha política con los chicos de Sepultura y su management» y además «ahora tienen como manager a un dentista, que no sabe nada de la industria.»
Kisser ha comentado:
Es divertido. (La autobiografía recién editada de Cavalera) es de ciencia-ficción. Es una locura. Pero puede decir lo que quiera. Es decir, tenemos libertad de expresión y creo que tiene cerebro y boca, y puede decir lo quiera.
Tengo muchísimas cosas mejores en las que pensar; estamos ocupadísimos con el futuro y disfrutamos lo que hacemos.
Hace mucho tiempo que ya no presto atención a lo que dice Max en entrevistas ni nada porque es muy contradictorio consigo mismo; cada vez que habla dice algo diferente del mismo tema.
Me da igual de lo que piense o qué deseos tiene y tal – me da igual. Tengo cosas mucho mejores que hacer. Tengo una gran banda y una gran familia y disfruto mi vida. No tengo energía que perder en estas cosas.
En la revista Guitar World (vía Blabbermouth) le preguntaron recientemente por si se arrepentía de como se produjo la salida de Cavalera del grupo y si estaría dispuesto a volver a reunirse con él y su hermano Igor.
Es raro hablar de arrepentimiento. Aprendes de todas las cosas que pasan en tu vida, especialmente los errores y todas las mierdas que te pasan. Tienes que dejar ir la rabia y pensar razonablemente para arreglar las cosas. Así que no me arrepiento de nada.
Sé que fue muy difícil para nosotros mantener todo en su lugar en su momento. Pasaban muchas cosas y crecíamos muy rápido y Max y Gloria (la esposa de Max y por entonces la manager del grupo) estaban casados con hijos y estaba siempre en la carretera con nosotros. Era más una manager de gira que una manager y eso siempre se entrometió en como Sepultura fue siempre: cuatro tíos yendo a todos lados del mundo y haciendo cosas. Por eso nunca tuvimos problemas en el escenario o en el local de ensayo porque ahí no entraba nadie más que nosotros cuatro. Ese era nuestro lugar secreto donde lográbamos dejar de lado todos los problemas y ensayábamos y disfrutábamos. Así que todo fue un jaleo y tras decir que queríamos reemplazar a Gloria por otro manager, Max básicamente dijo «a la mierda» y se fue. Con la banda que formó, Soulfly, básicamente mantuvo la misma estructura que nos llevó 10 montar – grabar en el mismo estudio en el que grabamos «Roots», usando el mismo productor, el mismo mezclador… Todo.
Nosotros, de verdad que no nos quedó otra opción que empezar de cero y encontrar un nuevo manager y un nuevo cantante. Pero como te dije, aprendes de esos malos momentos y de las dificultares. Ahora tenemos una estructura genial con gente grande trabajando con nosotros – un gran sello y un gran álbum. A veces, cuando una puerta se cierra, se abren 10 más. Y tocar con ellos de nuevo, ¿quien sabe? No es mi plan. No hay nada ahí como para que pueda pasar.
Por su lado, Max Cavalera recordó hace poco para RockMusicStar su salida de Sepultura:
Mis únicas opciones eran, en su momento, quedarme con ellos y hacer lo que querían que hiciera, lo que era echar a Gloria, cosa que me parecía que era un error, o que me fuese. No me quedó otra opción así que terminé yéndome. Tenía fe en que podría hacer algo. No sabía exactamente qué iba a hacer inmediatamente. Llevó seis meses poner en marcha Soulfly pero, dentro de mi corazón, siempre supe que iba a querer hacer música y que iba a seguir haciendo música, y que iba a esforzarme al máximo en hacer que cualquier banda que fuese a montar fuese lo más poderosa posible. Creo que quizá si hubiera seguido con Sepultura, no habría sido tan bueno, ¿sabes? Quizá habría sido demasiado difícil mantener el nivel tan alto de calidad que tuvimos en todos los discos de Sepultura. Y Soulfly es realmente genial para mi porque es una banda de libertad, puedo hacer todo lo que quiera con el metal. Me gusta que el metal sea diferente; me gusta ir más allá con el metal.