Chino Moreno, frontman de Deftones, ha charlado con Spin sobre el debut de Crosses (†††) aunque no solo se ha ceñido a eso y también se ha referido a como por injerencias externas, otro de sus proyectos, Team Sleep, ha quedado en el limbo.
Sinceramente, me he llevado mucha mierda por querer hacer lo que quería, empezando por cuando quise hacer lo de Team Sleep. Ese proyecto en particular era algo realmente de perfil bajo, algo ‘lo-fi’ – el disco en si se grabó en un cuatro pistas. Por entonces, Maverick (Records, sello de Deftones) me decía, «Solo lo vas a poder publicar si lo haces a través de nostros». Se lo terminaron quedando pero empezaron a tratar de controlarlo.
Fue justo después del «White Pony» que fue el disco más exitoso de Deftones. Así que decían, «Bueno, no puedes sacar este material con sonido de demo». Me pillaron ahí – me decían, «Tienes que ir con este productor…» Lo intenté un poco, tratamos de rehacer el disco. Por todo eso, fue como si me quitaran todo el viento de las velas de ese proyecto. Lo cual me llevó a perder interés en ello, lo cual es triste, porque me encanta tocar con esos tíos y siguen siendo grandes colegas. Solo que la cosa dejó de ser divertida y terminó apagándose, y volví a hacer discos de Deftones.
Cuando se renegoció el contrato con el sello, dije que solo volvería a firmar con Warner Bros. si me dejaban hacer otra música. Estoy satisfecho con Deftones pero no me gusta la idea de saber que no puedo hacerlo si quisiera. Como con el disco de Palms. Esos tíos grabaron un disco instrumental y me lo dieron diciendo, «Hey, ponle algunas voces». Y lo hice. Tan simple como eso. No fue, «Hey, voy a empezar esta otra banda, voy a venderlo por ahí…» Fue un proyecto simplemente para pasarlo bien con amigos con los que salgo siempre.
Moreno es un firme defensor de alejar las etiquetas de la música.
Desde que empecé a hacer música, he tratado constantemente de romper etiquetas. Fuese ‘nu metal’ o lo que sea. Siempre he tratado de evitar que me etiquetaran, de ponerle una etiqueta al tipo de música que hago.Tan pronto como saco música, no puede ser simplemente música, ya tienen que empezar a meterlo en alguna clase de escena o lo que sea.
No sé si mucha gente se da cuenta de que llevo en Deftones desde los 15 años pero Deftones fue también mi introducción al heavy metal. Antes de eso, no sabía mucho de heavy metal, simplemente resultó que era amigo de Steph (Carpenter, guitarrista de Deftones) y Abe (Cunningham, batería) y esos tíos si andaban muy metidos en el heavy metal. Así que me enseñaron heavy metal y yo de alguna manera les enseñé, sabes, mucho del rollo electrónico y new-wave con el que crecí. Así que con Deftones siempre ha sido un revoltijo de influencias. Pero con †††, ha sido algo diferente: gente diferente, diferentes influencias.
Pese a sus colaboraciones con músicos alejados del metal, Moreno no ha perdido el contacto con muchas de las bandas con las que giró en festivales como el Ozzfest
Sabes, ya no vivo en Los Angeles. Vivo en Oregón; vivo bastante recluído. Pero aún tengo muchos amigos en la industria. Cuando veo a viejos amigos, me emociono mucho. Por ejemplo, me mantengo en contacto con Zach Hill, el batería de Team Sleep, Death Grips pero no salgo mucho… con nadie, la verdad (risas)
Moreno termina recordando como fue su primer encuentro con Madonna, presidenta de Maverick Records.
No estoy seguro de si había contado antes esta historia pero (Madonna) fue la primera persona famosa que conocí. Cuando íbamos a firmar por Maverick, vinieron a vernos tocar. Tocamos algunas canciones y Freddy Duran, nuestro manager por entonces, se levantó y dijo que nos habían dejado una nota: «Queremos ficharos ahora mismo. Pasaos por nuestras oficinas, queremos presentaros al resto de la compañía». Así que me fui a su oficina en Beverly Hills y a los cinco minutos de estar ahí, Madonna saca la cabeza y dice, «¿Qué tal?» Me cogió por sorpresa. Quizá lo tenían planeado, para firmar el contrato o yo que sé.
Luego vino un par de veces a vernos. Una vez moló bastante: estábamos tocando en el Limelight de Nueva York. Estábamos ahí tocando y yo cantaba y me doy cuenta de que nadie me miraba y pensé, «¿Qué está pasando?» Y miro arriba y allí estaba, en el palco, bailando. Hace años que no la veo pero en aquel momento, fue como, ser tan joven, las mierdas que logramos… Y tener ese apoyo de alguien a quien admiré de niño…