La actuación de Red Hot Chili Peppers con Bruno Mars en la media parte de la Super Bowl fue, como suele ser habitual, todo un espectáculo televisivo. A fin de cuentas está destinado a eso. Y es que, todo el ‘show’ se tiene que comprimir en 13 minutos. Ese es el argumento que se utiliza para justificar que la actuación fuese en ‘playback’ como muestran las imágenes en las que vemos al bajista Flea y al guitarrista Josh Klinghoffer tocando sin cables enchufados en sus instrumentos ni llevar ninguna clase de equipo inalámbrico.