Aunque el proceso judicial de Tim Lambesis ha vuelto a sufrir una nueva posposición hoy conocemos vía Radio.com la historia de como el frontman de As I Lay Dying trató de contratar a un asesino a sueldo basado en la documentación y testimonios en sede judicial.
La historia empieza con Lambesis charlando con un socio llamado Brett y termina con la correspondencia que intercambió el vocalista con un agente encubierto.
Un hombre llamado Brett dice que había empezado a trabajar en un gimnasio de California en febrero de 2013, se describe como entrenador. La fiscalía da a entender que Brett era el proveedor de esteroides y posiblemente otras drogas para personas del gimnasio. Brett negó la acusación.
El gimnasio se llama Pure Fitness, se encuentra en la ciudad costera de Carlsbad, California. Brett dice haberse hecho amigo de Lambesis, que se ejercitaba en ese gimnasio como un mes después de que empezara a hacerlo él. Para el siguiente mes, Brett explica que oyó hablar a Lambesis de su problemático matrimonio y específicamente que a Lambesis le «iría mejor si alguien se ocupara de su mujer».
Brett asegura que fue Lambesis quien le contactó. «Me contactó por sms preguntándome si podía hablar conmigo». Ambos acordaron reunirse en el parking del gimnasio.
Lambesis vino con su novia esa tarde. Era eso del anochecer del 22 de abril y en ese momento él vivía con su novia Amanda en una casa en Carlsbad. Amanda entró en el gimnasio a hacer ejercicio mientras los hombres se quedaron fuera. «Solo yo y él», recuerda Brett. «Empezó preguntándome si sabía porqué estaba ahí. Le comenté que esperaba que no fuese para matar a nadie».
«Me dijo que eso era gracioso y que era exactamente por lo que estaba ahí». Brett dice que Lambesis le habló de su fracasado matrimonio. «Tuvimos una charla y procedió a hablarme de la relación con su ex-mujer y como se había deteriorado». De hecho, la mujer de Tim, Meggan Lambesis, había iniciado los trámites de divorcio ocho meses antes pero seguían casados.
Brett dice que Lambesis le dijo, «Había estado viendo a otra mujer. Y que se habían separado. Y que tenían tres hijos. No era feliz y quería asegurarse de que los hijos tenían una buena relación en lugar de dos malas». Tim se quejaba de que su mujer estaba gastándose todo su dinero en los abogados del divorcio.
Brett entendió que Lambesis quería a alguien para «deshacerse de ella, matarla». Brett le dijo al cantante de rock, «Eso no es lo mío, no estoy involucrado en ninguna clase de comportamiento como ese».
«Soy un guardaespaldas, no un asesino». Brett dijo verse a si mismo como un protector.
Pero Lambesis era persistente, de acuerdo a Brett. «Quería saber si quizá pudiera encontrar a alguien para hacerlo por él. Sabía que yo conocía a gente, fue su comentario. «Sé que conoces a gente que puede ayudarme». Los dos hombres hablaron durante unos 20 minutos esa tarde.
Poco después, Brett se puso nervioso. «Pensé que iba a hacerlo, con o sin mi». Brett dice que recibió consejo de una abogada. «Me dijo que necesitaba una grabación de eso, de otro modo, sería cómplice de asesinato si ocurría».
Así que Brett dijo que inició otro contacto y dos días después volvió a reunirse con Lambesis, esta vez en una librería en Oceanside. Era en un Barnes & Noble. Tim Lambesis volvió a traer a su novia Amanda. Le dijeron que los hombres iban a hablar de música y motos, y como no estaba interesada en esa clase de conversación, esperó fuera, en el coche, de acuerdo a una declaración posterior de un detective.
«Fuimos a la parte de atrás y tuve una conversación y empecé hablando de la situación con él». Brett dijo que le ofreció alternativas para llevar la situación, «ir a un consejero, hablar con alguien, conseguir ayuda». Pero según Brett, no disuadió a Lambesis. Lambesis se quejó de Meggan. «Su mujer le mantenía de gira por el dinero, para generar dinero. Y que tenía tres bandas y quería quedarse en casa y producir en lugar de viajar». Tim se quejaba de que no le dejaba llevarse a los niños de gira con él.
«Al final de esa conversación cuando vi que no cambiaba su idea de matar a su mujer, le dije que tenía alguien en mente para él, si». Brett le nombró un sicario al que llamó «Red». Tim «estaba totalmente de acuerdo», recuerda Brett.
Brett dice haber hecho una llamada de teléfono más a Tim, pidiéndole permiso para darle a «Red» su número de teléfono y Lambesis dio el ok. El ayudante del sheriff de San Diego County hizo de «Red». El corpulento hombre tiene una larga barba pelirroja y la pinta desaliñada que esperarías de un agente encubierto. Red dice ser miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad desde hace treinta y tres años.
Red dice que telefoneó a Timothy Lambesis el 7 de mayo de 2013. Lambesis acababa de volver de una gira el día anterior. «Le dije que era Red y que me habían dicho que le llamara». El agente encubierto fijó una reunión. La primera hora que Red sugirió fue rechazada porque Lambesis le dijo que tenía que ir a buscar a sus hijos así que cambiaron la reunión a las 2. Sería en el mismo Barnes & Noble.
«Le dije que trajera algunas fotografías del sujeto del que hablábamos y le pregunté que trajera la dirección y mil dolares.» Ese no iba a ser el importe total, «era un anticipo para un par de días de trabajo». El coste total se fijó en 20.000 dólares – algo con lo que Lambesis se mostró «inmediatamente» de acuerdo, según Red.
Los hombres hablaron en la sección de música de la tienda. «Me dijo que quería acabar con su mujer». Lambesis no tenía un método en mente. «Le pregunté qué quería que hiciera específicamente y me dijo que era cosa mía».
«Durante nuestra conversación me dijo que había elegido tres fechas buenas para él, para que yo matara a su mujer. Esas eran las fechas en las que iba a tener a sus hijos y por ello no sería sospechoso en el caso.»
El agente encubierto trató que Lambesis usara la palabra «matar» o «muerte» durante la conversación, la cual dice que fue grabada, pero Lambesis se resistió. «Pero continuaba repitiendo que quería terminar con ella. No quiero que vuelva nunca más».
Así Lambesis empezó a marcharse. «Mientras se iba, nos quedamos a 300-350 metros y se giró y me dijo, «Para dejarlo claro y que lo sepas, la quiero muerta».
El próximo día 25 de febrero se llevará a cabo la audiencia previa. El músico podría podría ser condenado a 9 años de cárcel de ser considerado culpable de «pedir a otro que cometa un asesinato.«