El siempre polémico asunto de la música en ‘streaming’ sigue generando debate y el último en mostrar su postura ha sido el siempre claro Steve Albini.
Y es que se cumplen 20 años desde que escribió un artículo para la revista The Baffler titulado «El problema con la música» en el que explicaba como toda la «cadena alimentaria» de la música estaba hecha para que todo el mundo sacara provecho del producto final menos quien realmente lo creaba, el artista.
Sin embargo, Albini ve la actualidad y el futuro de la música con optimismo, como muestra en declaraciones a Quartz.
Lo mejor que ha pasado en mi vida en la música, tras el punk rock, es ser capaz de compartir música globalmente gratis. Eso es un una evolución increíble.
Los tiempos han cambiado mucho desde aquel artículo de Albini.
Los sellos discográficos, que solían tener todo el control, son esencialmente irrelevantes. El proceso de que una banda se exponga al mundo es extremadamente democrático y no hay barreras. La música ya no es un producto, es un ambiente, un elemento atmosférico. Los consumidores tienen mucha más elección y ves a gente gratificándose en la especificidad de sus gustos de forma dramática. Solo se preocupan por la música que les gusta.
Albini solo ve oportunidades en servicios como Youtube o Bandcamp.
Puedes, literalmente, tener un público a nivel mundial para tu música… Sin participación empresarial, lo cual es tremendo.
De los servicios en ‘streaming’ asegura:
Creo que son extremadamente convenientes para gente que no son genuinos fans de la música, que no quieren matarse a buscar bandas. Pero creo que se hace un cálculo incorrecto por parte de la gente que se cabrea (por su existencia). Creo que la compensación no es tan ridícula como piensa todo el mundo. Es como quejarse de que los coches van más rápido que los caballos.
Lo que más alegra al productor es el hundimiento de la industria de la edición musical, que califica de «extorsionadora«.
Nunca operó en beneficio de los compositores. De todas las cosas que se han derrumbado en el paradigma musical, la que me alegra más es ver como se desmorona el fraude de la publicación.
La caída del sistema imperante provoca que la gente busque experiencias más cercanas, más reales, lo que redunda en beneficio de los conciertos en directo.
Creo que esa es una manera mucho más directa y genuina de pagarle a una banda, y una manera mucho más eficiente de compensar.
Bien pensado, las cosas que han pasado debido a internet han sido tremendamente buenas para las bandas y el público pero realmente malas para los negocios que no son parte de esa red, la gente que desvía el dinero. Me importa un carajo esa gente.