Ayer os ofrecíamos un avance de la entrevista de los ex-guitarrista de Lostprophets, Lee Gaze y Mike Lewis, a The Sunday Times que, por ser exclusivo para suscriptores, no pudimos conocer al completo. Hoy vía Theprp nos enteramos de lo explicado por los músicos al periódico junto con la que fuese novia del vocalista, Karen Ruttner.
Mike Lewis habla de la primera vez en que confrontaron a Watkins por su consumo de cocaína y cristal:
Primero estuvo humilde y nos aseguró que no era un problema. Pero después, me dio la impresión de que salió de aquella primera intervención pensando, «A la mierda estos tíos, me están juzgando, puedo hacer lo que quiera». En ese momento, el resto de nosotros estábamos casados o con una vida muy estable. Creo que parte de la crisis de mediana edad fue una rebelión contra el resto de nosotros en plan, «Vosotros estáis asentándoos con vuestras mujeres y 2, 4 hijos; bueno, yo voy en dirección contraria».
Ruttner habla de su segunda confrontación por su consumo de drogas en abril de 2012, tras su primera rehabilitación en 2011.
Ese mes fue probablemente el que peor le vi. Estaba desagradable, tan hecho polvo. Estaba empezando a tener problemas de caída de dientes y pudriéndosele. Dejó de lado la higiene, no se duchaba. Estaba hinchado y con pinta de enfermo y su piel se estaba poniendo mal. Todas las cosas que decía que no le pasarían estaban empezando a pasarle. Llegó al punto de no poder dormir sin tomarse sus polvos que los culturistas usan para dormir porque se emocionan muchísimo haciendo ejercicio. Se tomaba demasiado y se desmayaba y yo trataba de despertarle para que fuese a la prueba de sonido, pero él era como un tronco. Verlo era horrible.
Sobre como el abuso de drogas afectó a la banda, cuenta Gaze:
Su prioridad ya no era que la banda tuviera éxito, sino estar en una banda para sustentar la otra vida que tenía, que parecía disfrutar más, que era dormir por ahí con mujeres y tomar drogas. Estaba en su propio mundo, haciendo lo suyo. Uno no quería estar con él a menos que tuviera que hacerlo.
Por su lado, Lewis recuerda:
Hacia el final ya casi no podía tener una conversación con él. En la rara ocasión en que estaba solo con él, lo temía porque era todo tan raro. Habíamos tenido tantos desencuentros y era inútil hablar con él, porque se pasaba la mitad del tiempo mirando su teléfono y era tan reservado sobre las mujeres que estaba viendo o lo que hacía.
De la naturaleza de sus crímenes, Lewis explica:
Nunca, en todos los años de gira con Ian y conociendo a Ian, le vi con una menor, nunca. Siempre eran mujeres de más de 18 años.
Traté de leer la sentencia del juez. No pude ni terminar. Pensar que alguien con quien crecí, del que había sido amigo toda la vida, de quien conocía a su madre, y lo cercanas que estaban nuestras familias – imaginarme que… Me parece totalmente increíble que fuese capaz de hacer esas cosas. Obviamente que lo hizo, pero como puede… Me temo que no lo entiendo.
Lee Gaze asegura:
No hubo absolutamente nada que nos llevara a sospechar lo que había hecho. Creo que creó tal cortina de humo… Odio apoyarme en clichés, pero cuando ves el perfil de un pedófilo, él no podría estar más alejado. Siempre estaba rodeado de todas esas mujeres, así que parecía imposible.
Del contacto con el vocalista tras su sentencia, Lee Gaze explica:
Los primeros dos meses que estuvo en prisión (antes de declararse culpable), me preocupé por como estaba, sabiendo que tiene un carácter débil. Es un poco cobarde, no es un tío duro ni por asomo. Estando en prisión, siendo el tío de la banda de rock, con esos cargos, me preocupó. Pero luego es cuando entró en juego el resentimiento.
Lewis concluye:
He pensado en ello largo y tendido y no, no tengo ningún interés en hablar nunca más con él. Me sentí increíblemente mal por su madre y toda su familia y el estigma con el que tienen que vivir ahora por lo que ha hecho y lo que sus acciones han hecho para dañar a tanta gente. Pero no tengo interés en preguntarle al respecto. Nunca.