El pasado año, el batería de The Black Keys, Patrick Carney, recibió la ira de los fans de Justin Bieber después de que bromeara por la ausencia de nominaciones para el ídolo de quinceañeras en los Grammys. Carney recuerda la historia a la Rolling Stone.
Justin Bieber es un puto gilipollas irresponsable, azuzó a 40 millones de followers de Twiter contra mi porque le hice un cumplido que no entendió. Lo que digo es que debería estar agradecido de tener una puta carrera en el mundo de la música. Y no debería estar diciéndole a sus followers que me peguen y luego haciendo mierdas anti-bullying. Es tan irresponsable.
La disputa con los seguidores de Bieber se alargó durante semanas.
Me empezaron a llamar maricón, ¿sabes? Todos esos niños que no saben lo que dicen, dicen todas esas cosas altamente inapropiadas. Y esos niños no son más que tontos.
Es decir, Justin Bieber es un puto idiota. Y eso era en esencia lo que decía. ¿Y va y dice que debería ser abofeteado? Sinceramente, me siento mal por él. Cada persona que trabaje con él debería sentirse avergonzado de no… Nadie debería hacerle ningún favor, ¿sabes? Y sinceramente, no me desagrada su música. No escucho su música pero necesita no comportarse así. Es decir, sacas millones de dólares haciendo música, deberías sentirte afortunado.
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Si eres un perdedor de 34 años como yo y vas a su cuenta de Twitter como un pervertido cada vez que se mete en líos, deberías mirar sus tweets al día siguiente. Siempre es, «Os quiero tanto chicos, creed siempre (always believe), nunca dejéis de creer (never stop believing)». Les va dando más y más Kool-Aid (en referencia a la masacre de Jonestown en la que Jim Jones hizo beber a sus seguidores Kool-Aid con cianuro). ¡Es tan manipulador! Y quien fuese quien le dijera que eso estaba bien, quien sea que le vigile, que es como si dijera, «la manipulación es aceptable», debería sentirse avergonzado de si mismo.