Si bien todos sabemos que hacer ‘headbanging‘ no es lo ideal para el cerebro (como tampoco lo sería golpear una pelota con la cabeza. por ejemplo) no conocíamos ningún caso documentado en el que menear la cabeza al ritmo del metal hubiera ocasionado daños graves a alguien más allá de un dolor de cabeza temporal.
La publicación médica The Lancet expone en su último número el caso de un padre de familia de 50 años que fue tratado de una hemorragia cerebral tras acudir a un concierto de Motorhead. A principios de año el hombre acudió al Hospital Universitario de Hannover (Alemania) quejoso de que los dolores de cabeza que venía sufriendo desde hacía un par de semanas no hacían más que empeorar. Su historial médico no reflejaba haber consumido nunca drogas pero al realizarle una resonancia magnética apareció un hematoma subdural, es decir, una hemorragia cerebral. Preguntado por posibles causas, el paciente recordó que cuatro semanas antes había ido a un concierto de Motorhead donde hizo ‘headbanging’.
Así las cosas, los médicos le taladraron el cráneo, quitaron el coágulo y el hombre se recuperó perfectamente.
El estudio concluye:
Nuestro paciente no tenía antecedentes de traumatismos craneoencefálicos por lo que suponemos que el ‘headbanging’ con sus enérgicas fuerzas de aceleración y desaceleración hacia adelante y hacia atrás, llevaron a la rotura de las venas emisarias causando una hemorragia en el espacio subdural. La existencia de un quiste aracnoideo en mitad de la fosa craneal tiene que ser visto como un factor predisponente, significando que el cerebro es susceptible de sufrir una hemorragia en el espacio sudural. Este casi sirve para reafirmar la reputación de Motörhead como una de las bandas más hardcore del rock’n’roll de la tierra, por nada menos que su contagiosa velocidad y el tremendo potencial de que aquellos fans que hagan ‘headbanging’ sufran una lesión cerebral.
Por su parte, The Associated Press (vía Metal Insider) ha hablado con uno de los médicos (Ariya Pirayesh Islamian) que trataron al paciente que afirma:
No estamos en contra del ‘headbanging’. El riesgo de lesión es pequeñísimo. Pero creo que si (el paciente) hubiera ido a un concierto de música clásica, esto no lo hubiera pasado. (Pero) el rock’n’roll nunca morirá. Los fans del heavy metal deben seguir rockeando.