Hace unos días, Mikael Akerfeldt, frontman de Opeth charló con la gente de la Metal Hammer (vía Blabbermouth) sobre la elección de los setists de los conciertos del grupo.
Lo de los setlists puede ser difícil. (En esta ocasión) nos hemos sentado y creo que estábamos bebiendo mucho vino así que nadie tenía demasiada percepción de cuantas canciones estábamos apuntado. Y ahora ya tenemos once discos; si salimos de gira para un disco, queremos promocionar ese disco un poco más que los otros. Así que hicimos una lista de canciones y terminamos con una lista de 40 canciones o así, lo cual es imposible de cubrir en un concierto a menos que tocáramos un día entero. Así que tuvimos que reducirlo. Yo también soy bastante cabezón y mezclo mi propia integridad como músico con, por así llamarlo, mis dotes como representante de esta banda. Porque, cuando hacemos un concierto, queremos complacer al público. E hicimos una gira para promocionar el último disco, «Heritage», donde tocamos mucho material nuevo y no tocamos nada del material más heavy, lo cual dejó a mucha gente descontenta con el concierto, lo cual, en retrospectiva, me pareció un error por mi parte. Pero ahora, hemos juntado canciones que, primeramente, queremos tocar y creemos que las podemos tocar bastante bien y, lo más importante, creo que complacería a los fans. Así que la integridad la dejo en el lado creativo de las cosas y el lado directo de las cosas será más, cosas para complacer al público, prostituirme un poco. Pero también nos encanta tocar esas canciones y eso no es un problema para nosotros.