El batería de Mastodon, Brann Dailor, ha hecho para The Skinny una lista de los diez discos que más le han influido en su vida.
La lista es la que sigue:
Iron Maiden – «Piece Of Mind»
El primer disco que compré en mi vida; tenía ocho años cuando salió esto. Había algo en ese disco de Iron Maiden que me dejó en pelotas, por así decirlo. Me encantó – lo escuchaba constantemente e intentaba dibujar a Eddie en cualquier sitio. Eso empezó un gran romance y me puso en el camino para ser el metalero que era entonces. A los ocho, me gustaba Judas Priest, porque le gustaba a mi madre, pero tenía la sensación de que Iron Maiden era mi propio descubrimiento. Es como entrar en la casa de mi infancia cuando lo pongo; hay algo bastante reconfortante en ello. Ahora ya hemos tocado un millón de veces y cuando hablo con ellos está alejadísimo de mis experiencias como niño con su música. Dos planetas diferentes.
Metallica – «Ride The Lightning»
La influencia que venía de Cliff Burton – cuando ves un tema como «The Call of Ktulu», donde hay todos esos movimientos y hay todos esos cambios antes de volver a conectar hacia el final – suena como música clásica. Esos tonos – es muy oscuro. En ese momento se estaban convirtiendo en la banda que iban a ser pero este disco es el culmen. Es un gran paso desde «Kill ‘Em All» – hay una madurez. Para mi, suena muy adulto teniendo en cuenta lo jóvenes que eran por entonces. Pienso que hay algo sofisticado en «Ride The Lightning».
Slayer – «Reign In Blood»
Cuando oí por primera vez «Reign in Blood» dejó el resto de mi colección de álbumes obsoleta. Este es el primer disco de Slayer que oí en 1988 y por aquella época hubo un especial de Geraldo llamado «Exposing Satan’s Underground». Recuerdo estar emocionado porque Slayer y King Diamond iban a aparecer ahí – eran bandas que me gustaban. Sin duda proporcionó a un chico de 13 años un vehículo para sentirse malvado – me convirtió en un adolescente desafiante. Llevas la camiseta, te miran raro en el super – saben que no deben meterse contigo. Se ve claro que andas metida en la mierda chunga y lo oscuro. «¡No te metas con ese chaval!» lo cual no podía estar más lejos de la verdad – no había nada malo u oscuro en mi. Pero cuando pones Slayer te sientes un poco de esa manera – era divertido hacer ver. «Aprende las sagradas palabras de alabanza, Hail Satan». Era el pilar de toda fiesta en la que estuve. De principio a fin, una obra brillante – incuestionablemente un clásico del thrash que sigue aguantando el paso del tiempo.
Clutch – «Passive Restraints»
Iba a la tienda de discos cada semana para ver si tenían el disco de Clutch – no sabía cuando iba a salir ni ellos tampoco. Al fin fui un día y tenían un EP, de tres canciones – era totalmente diferente y era lo que andaba buscando en ese momento. Yo y un pequeño grupo de amigos lo poníamos sin parar; luego cuando salió el disco les pillamos en su primera gira que pasó por Rochester, teloneando con Voivod y Damn the Machine. Estábamos ahí los cuatro para ver a Clutch; saltamos a saco y compramos la camiseta. Recuerdo a Neil Fallon saliendo y reuniéndose con nosotros y diciéndonos, «hey tío, creo que la tinta de esas camisetas está jodida – aquí os dejo mi dirección. Si la laváis y el logo se va, mandádmela y os mandaré una nueva». Cada vez que me emborracho con esos tíos les recuerda esa historia. Cuando salimos por primera vez de gira con Clutch me dejó alucinado.
Alice In Chains – «Dirt»
Fue un punto de inflexión. Eran tan misteriosos y un golpe molón que el mundo del rock y el grunge necesitaba. Eran un poco más heavys y melódicos, pero eran tan lentos y tenían ese rollito Sabbath. Hay riffs casi death metal ahí – rollo Obituary. Las armonías vocales entre Layne Staley y Jerry Cantrell fueron clave para esos tíos, es realmente una marca registrada. Me encantaba la variedad que tenían, pero siempre reconocías que era Alice In Chains. Era una de esas bandas originales de verdad.
Melvins – «Houdini»
Melvins fueron un denominador común para Mastodon desde los principios; una de las bandas -especialmente para Bill y Brent– en la que podíamos estar de acuerdo. Han sido un barómetro para nosotros, un lugar al que mirar y ver donde queríamos ir y como querer llevar nuestro negocio, artísticamente. Mi introducción fue «Houdini», que oí para la época en la que salió. Había una tienda de discos llamada Record Time en Rochester y trabajaban ahí dos tíos guays. Acababa de cumplir 18 y solía estar ahí casi a diario para ver qué había de nuevo. Esos tíos me descubrieron «Houdini». Algunos de mis favoritas – «Hooch», «Sky Pup», «Night Goat», «Goin’ Blind» – ese cover de Kiss. Estaba en un montón de cassettes que hice – siempre en la lista de «obligados».
Deftones – «Around The Fur»
Cuando Deftones erupcionaron con «Adrenaline» – ni siquiera les oía. Era bastante terco en cuanto a pensar que eran otro en esa larga línea de imitadores de Korn y esa escena nu-metal que había salido y que no tenía interés en escuchar. Así que les puse la cruz. Pero una noche acabé en la fiesta de un amigo y puso el «Around The Fur» a todo trapo. Así que me senté en la cama y empecé a oírlo y a enamorarme de él – es oscuro y le digo, «¿Qué cojones es esto?» Y me dice, «Deftones». Y yo pienso, «¡Joder! Oh tío, no puedo negarlo… Es buenísimo». Han mantenido ese rollo guay desde entonces. Hay tantas influencias diferentes que han cocinado juntos – tienen ese rollo Cocteau Twins/4AD mezclado con guitarras super heavys. Funciona tan bien – desde la voz de Chino a la batería de Abe. Su estilo es tan único y tiene todo el ritmo. Amo a esa banda a más no poder; me pongo en plan fanboy cada vez que estoy con ellos. Y ellos se ponen en plan, «Valeee, seguridad – sacad a este tío de aquí».
Neurosis – «Times Of Grace»
Cuando Bill y yo estábamos en Today is the Day, salimos de gira con Neurosis cuando estos estaban de gira con este disco. Tocaban la mayoría (del disco) cada noche – simplemente poder experimentar el verdadero poder de Neurosis de cerca fue realmente increíble. La intensidad, los lugares a los que van musicalmente – me enseñó que hay un sitio más profundo al que puedes ir. En ese momento, quería ir ahí pero no sabía como. Esa fue nuestra primera gira por Europa para Bill y para mi; ellos llevaban en ello desde hacía diez años y nos enseñaron mucho. Esa formación de Today is the Day se separó y fue el catalizador del inicio de Mastodon. Tuvo mucho que ver con esa gira y principalmente Scott Kelly, nos apoyó mucho y nos dijo, «No necesitáis a nadie más; montad vuestra propia banda». Un buen mentor – por eso tratamos de incluirle en la mayoría de nuestros discos. No cantó en «Remission» – me dio demasiada cosa pedírselo. Teníamos una parte perfecta para él en «Leviathan», e hicimos que Neil de Clutch viniera a hacer una parte así que pensé, «bueno, se lo puedo pedir». Le flipó ser parte de ello así que enfoco cada álbum del mismo modo. Si tenemos un hueco para él – si siento que una canción reclama su voz – se lo mando. Siempre ha tenido tiempo en cada disco. Siempre esperamos expectantes por lo que puede aportar. Lo que sea que aporte, lo incluimos; siempre cumple.
The Mars Volta – «De-Loused In The Comatorium»
Nunca había oído a At The Drive-In, pero recuerdo que mucha gente estaba muy emocionada con ellos; se hicieron grandes y se separaron al poco de hacerse grandes. Me pareció que tenían muchos huevos. La gente siempre iba a estar interesada en lo siguiente que hicieran esos dos tíos. Estábamos sentados en un club de Georgia y alguien había puesto algunas demos del primer álbum de Volta – aún no había salido. Dije, «Coño, ¿qué banda es esta?» Oh, son los tíos de At The Drive-In. Volta era la única banda moderna de prog que llegó al mainstream. No recuerdo los nombres de cada batería pero siempre tenían a alguien increíble ahí. En plan, dios santo, ¿donde encontráis a esos tíos? Me imagino a Omar en una furgoneta con los vidrios tintados aparcado fuera de un instituto de música. Nos inspiró a jugárnosla un poco más. Siempre tuvimos ese rollito prog ahí pero Mars Volta nos hizo soltarnos el pelo. Es un monstruo. Es una obra musical preciosa ‘non stop’ – todas esas composiciones intrincadas manteniendo canciones de verdad que florecen desde la locura. Eso es difícil de hacer. Estuvimos un tiempo escuchando este disco sin parar en la furgoneta. Conocimos finalmente a esos tíos cuando vinieron a tocar a Atlanta. Su batería de entonces dijo, «Oh, si, tenemos que escuchar ‘Hearts Alive’ cada noche que subimos al escenario». Descubrimos que teníamos admiración mutua y nos hicimos amigos rápidamente por el sentido del humor parecido y el mutuo amor por las películas de Alejandro Jodorowsky. Siempre estoy con ganas de ver a esos tíos, toquen con quien toquen.
Baroness – «Yellow And Green»
Consideramos a Baroness como una banda hermana, cortados de la misma tela y este disco es increíble. Con este dieron con su auténtico ser; es maravilloso… Una verdadera preciosidad musical. Es otro grupo en el que puedes oír algo de esa influencia de los viejos 80 con 4AD – como This Mortal Coil y Dead Can Dance. Es una área musical de la que no se habla suficiente, al menos no en el contexto de la música heavy. Baroness vuelven a estar de pie haciendo lo suyo y van a hacer un disco nuevo. Estoy emocionado. La voz de John y su forma de tocar la guitarra son maravillosas.