El actual número de la revista Rolling Stone está dedicado a Foo Fighters y su nuevo disco, «Sonic Highways», y vía su web nos destacan 10 cosas que han aprendido de la entrevista que le realizan.
1. Le mandaron al psiquiatra del colegio por un dibujo de Devo y Loverboy.
En mi vecindario de Springfield, Virginia, había un chaval, Jimmy Swanson – éramos como hermanos. Ambos nos enamoramos de la guitarra cuando teníamos ocho o nueve años. Pero llegó un momento en que nuestros intereses se separaron. Yo descubrí a B-52’s y Devo; él flipaba con Loverboy y Def Leppard. Nos dibujábamos cómics en clase. Yo dibujaba a Devo matando a Loverboy con pistolas láser. Me mandaron al psiquiatra del colegio por eso.
2. Grohl nunca esperó dejar Springfield, Virginia.
Hacía trabajos físicos como albañil y trabajando en un almacén de muebles. Trabajé en un puto vivero rompiendo rocas. Para mi no habían muchas oportunidades para una carrera. Llegó un momento en el que pensé, «Sé tocar la batería. Aprenderé a leer música, me haré batería de sesión y con ese dinero volveré al colegio». Quería tener un trabajo de la hostia en Washington pero eso no iba a pasar. En Washington D.C. o vas al ejército o al gobierno. Estaba demasiado flaco para ir al ejército y era demasiado estúpido para estar en el gobierno – o quizá demasiado listo.
Tuve una conversación con la psiquiatra del colegio cuando me mandaron ahí: «¿Qué vas a hacer con tu vida?» Y le dije que me gustaría hacer algo en la música. Y su primera reacción fue, «Dices eso porque sabes que ahí están las drogas».
3. Toca la guitarra como un batería.
Nunca me enseñaron a tocar la guitarra. No me sé los acordes de «Everlong». Solo sé lo que pasa cuando pongo los dedos ahí. Pero ese riff es un buen ejemplo de como miro la guitarra.
La cuerda ‘E low’ (6) es el bombo. La A (5) y la D (4) son cajas. la G (3), B (2) y E high (1) son los platillos. Así que tienes una relación de bombo-caja en el riff. Entonces, cuando llega el estribillo, sacas todas las cuerdas agudas como sacarías un platillo. Lo hace percusivo y te da esa dinámica. Por eso toco esos modelos de guitarra Trini Lopez – puedes tocarlas muy suave. Y puedes darles de hostias. Tienen ese rango.
4. El productor Butch Vig le rompió el corazón a Grohl en las sesiones de «Nevermind»
Vig: Era la noche que estábamos grabando «Lithium». No sonaba bien. No paraba de acelerarse. No era culpa de Dave; era toda la banda. Pero dije, «¿Has probado alguna vez (tocar con) una pista de metrónomo?» Eso fue como una puñalada en el corazón. Volvió al hotel esa noche, flipándolo un poco. No durmió esa noche y vino y lo clavó (sin metrónomo). Fue perfecto.
5. A Grohl le costó acostumbrarse a la fama.
Taylor Hawkins: Esto era una de mis primeras giras con Foo Fighters. Aún hacíamos conciertos en clubs y teatros. Estábamos en un hotel y estaba yo hablando con el tipo que trabajaba ahí. Le pregunté si le gustaba nuestra banda. Me dijo que si. Le pregunté si estaba interesado en entradas. Me dijo que si. Le dije, «¿Puedes cambiarme a una habitación de más categoría?» Por aquellos tiempos compartía habitación con mi técnico de batería.
Así que me dio la habitación y llamé a Dave y le dije, «Tío, tienes que venir a ver mi habitación». Viene y me dice, «¿Qué coño? ¿Como la has conseguido? Esto es como la suite presidencial». Le dije que la cambié por entradas y pases. «Tío, no puedes hacer eso. Eso no mola». La cosa es que los otros de la banda tenían esa seriedad del Noroeste del Pacífico, esa ética del indie-rock. Yo soy un tío de Orange County. Quería disfruta lo que estábamos haciendo. Dave negó con la cabeza y río: «Tío, eres un pedazo de gilipollas».
6. Como Grohl se convirtió en el «tío más guay del rock».
Hubo un Ozzfest en Inglaterra en 1998 y Korn cancelaron. Así que nos llamaron. Era con Slayer, Pantera y Black Sabbath. Teníamos que salir tras Slayer. Estaba aterrorizado: «Van a haber disturbios. Nos van a destrozar y despedazar. A nadie le va a gustar nuestra banda».
Pero tocamos y miramos a un lado. Los tíos de Pantera estaban viéndonos y cantando las letras de nuestras canciones. Tras ello nos hicimos amigos de Pantera. Estaba nervioso y asustado; no creía que fuese a encajar. Pero fueron tan receptivos y abiertos con nosotros. Esa hospitalidad en el backstage que tratamos de tener – todo viene de Pantera. Joder, Dimebag Darrell era el tío más amable del puto mundo. Podría entrar y tomarse un trago de Crown Royal con Justin Bieber, con Rick Nielsen, con James Brown – era el mejor amigo de todo el mundo. Y podías notar esa energía cuando tocaba.
Desde ese día me dije, «Desde ahora todo el mundo podrá entrar en esta habitación. Como si es Britney Spears«. Me convertí en el mejor amigo del backstage. Cuando aparecía en un festival, lo primero que hacía era coger una botella de whisky e iba tocando puertas a ver quienes eran los más divertidos. Te sorprendería quienes son los que realmente están más chalados.
7. Grohl trabajó duro para lograr dinero para hacer la serie de «Sonic Highways».
Estaba al teléfono hablando con agencias y empresas, tratando de recaudar dinero para hacer esto. Parte de mi se sentía mal por dentro. Pero lo justifiqué: «Estoy haciendo algo bueno. Estoy haciendo algo que la gente apreciará».
Hubo ese tío. Estábamos teniendo problemas logrando imágenes del huracán Katrina para el episodio de Nueva Orleans. Al final, uno de mis productores dijo, «Mira, la única manera en que lograremos estas imágenes es si ayudas a este tío a proponerle matrimonio a su novia». Le dije, «Vale, lo tienes. ¿Qué tengo que hacer?» Me senté delante de la cámara y dije, «Hola, bla-bla-bla, fulanito quiere casarse contigo» y se lo mandé. Afortunadamente dijo que si. Logré las putas imágenes.
8. Lo más difícil de estar en Foo Fighters.
Nate Mendel: Es una broma en el equipo. Lo más difícil del trabajo es que te echen.
Taylor Hawkins: Dave no es el coleguita, no estamos al teléfono todo el tiempo. Siempre está como, «¡Tengo que irme!». Pero quiere estar rodeado de gente que conoce. Oigo de bandas que echan a todo su equipo. Siempre se deshacen de alguien de la banda. Han cambiado tres veces de management. Debe ser terrible tener que reasimilar tantas veces. Aquí la cosa puede hacerse muy personal. Pero está bien porque es una familia.
Chris Shiflett: No doy por hecho que esto vaya a durar para siempre. A día de hoy, veo cada gran cheque como el último. Me pone en esa mentalidad continuamente. Pero han habido momentos a lo largo de los años, «Joder, esto podría durar un tiempo». Como cuando construimos este sitio (el estudio 606). «Nos hemos comprometido con algo aquí». Compramos el edificio de al lado. Cuando hacemos mierdas de esas, obviamente no vamos a dejarlo enseguida.
9. Grohl tiene miedo escénico – pero no se nota.
Butch Vig: Solía tener miedo escénico, muchísimos nervios, antes de un concierto. Pero nunca lo ves. No se pasea por el backstage, preocupándose. Estuve en uno de esos conciertos gigantescos que hicieron en Londres. Estaba en el backstage con él, y me decía, «Venga, un chupito de Jagermeister». O hablando, «Hey, he tenido esta idea». Entonces alguien venía y decía, «Dave, hora de tocar». Se levantaba, cogía la guitarra y veinte segundos después, Foo Fighters estaban tocando una canción. No necesita estar solo, hacer un ritual de calentamiento. Simplemente dice, «Tengo que hacer un concierto ahora». Tienes esa sensación de que es tan fácil para él. Nunca sospecharías que tiene sus terrores internos y ansiedades.
10. El día que Grohl ensayó con Prince.
Foo Fighters grabaron una versión del «Darling Nikki» (de Prince) en el sótano de Taylor. KROQ (la radio de Los Angeles) se hizo con ella. Empezaron a ponerla sin parar. Pensamos que deberíamos ponerlo como un extra en un DVD. Le preguntamos a Prince. Prince dijo que no. Entonces el año que Prince tocó en la Super Bowl recibimos la llamada, «Hará una de vuestras canciones». En medio de ese medley hará «Best Of You» (de «In Your Honor»). Lo convirtió en una experiencia gospel-rock que deja nuestra versión en paños menores.
Entonces hace tres años, Prince cerró tocar 21 noches en el Forum (de Los Angeles). Me moría de ganas. Fui al primer concierto, en un bus con todos mis amigos, bebiendo a saco. Entro en el Forum Club y me cruzo con alguien del equipo que ya conocía. Me dice, «Prince sabe que estás aquí. Quiere ensayar». Al final de la noche, estoy ahí detrás de una cortina negra. La corro: ahí está Prince con Sheila E. Y le digo, «Hey tío gran concierto». Me dice, «¿Cuando quieres que toquemos juntos? ¿Qué tal el viernes?» Genial, ¡mola!
Durante una semana estuve ahí pendiente del móvil, en vibración, esperando la llamada. Llegó el viernes y fui a la prueba de sonido. El que trabaja con Prince me dice, «No se siente muy bien. Hoy no va a ir a la prueba de sonido». Así que fui al catering. Y hablo con mi técnico; no tengo ni idea de lo que está pasando. Y Prince aparece: «Hey tío, ¿qué estás haciendo aquí?» Pensaba que íbamos a ensayar. «Perfecto. ¿Quieres tocar la batería?»
Empezamos a tocar. Tenía a toda la banda ahí arriba, haciendo cambios de acordes con los dedos, conduciendo a la banda mientras ensayamos. No me creo que esté pasando. Y está pasando en un Forum completamente vacío. Entonces coge la guitarra y empieza a tocar «Whole Lotta Love» (de Led Zeppelin). Es la hostia. Lo hacemos durante diez minutos. Lo parte. Me dice, «Deberíamos hacerlo tío. ¿Qué haces el viernes que viene?»
Vuelvo al catering. Estoy confuso. No sé si debería quedarme. Uno de sus hombres me dice, «Sabe que estás aquí. Quizá te llame». Y sus conciertos son largos. Duró dos horas, traté de no beber. Pero tuve que irme. Y el viernes siguiente había una recogida de fondos en la guardería de mis hijas.
Y no volví a oír más de Prince. Pero prometo que pasó. Lo prometo. Y nadie lo vio.