El batería de AC/DC, Phil Rudd, pasó por el juzgado para enfrentarse a los cargos de amenazas y posesión de drogas, según vemos en NBC.com (vía Alternative Nation). Rudd, a la salida, declaró que los cargos eran «gilipolleces» y se fue a caballito de uno de sus guardaespaldas, en una imagen ciertamente cómica.
Phil Rudd abandona los juzgados a lomos de su guardaespaldas
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