El que fuese bajista de Nirvana, Krist Novoselic, ha estado charlando con Young Turks (vía Alternative Nation) de como, pese a haber pasado más de 20 años de la muerte de su amigo y compañero de banda, Kurt Cobain, lo sigue teniendo muy presente en su cerebro.
Creo que, echando la vista atrás, estaba confundido. Me llevó muchos años trabajar en superar eso, intenté hacerlo lo mejor posible. Cuando tocábamos estábamos en nuestra mejor forma. Nos gustaba ensayar, nos gustaba hacer canciones y tocar juntos. Eso es lo que hacíamos mejor, con eso éramos felices. Sueño con Kurt. Estoy tan feliz por verle en sueños, en plan, «Oh dios mío, qué bueno poder verte». Lo siguiente es, «Vale, vamos a tocar». Siempre vamos a hacer música así que hay una especie de conexión ahí, lo cual mola. De eso va todo esto.
También habla de su otro amigo y compañero de banda, Dave Grohl, recordando cuando entró en el grupo.
Kurt y yo condujimos hasta Los Angeles desde Tacoma, Washington, que fueron como 14 horas de viaje. Dormimos en nuestra furgoneta en un parking en algún punto de la I-5. Hablamos con alguna gente de la industria sobre fichar por una multinacional, porque en ese momento todas esas bandas underground estaban consiguiendo contratos en multinacionales. Así que nos presentaron a alguna gente pero no teníamos batería. Así que corrimos a Los Angeles porque teníamos esta oportunidad. Susan Silver, que era la manager de Soundgarden por aquel entonces, nos llevó por ahí y nos presentó a alguna gente.
Nos tomamos algo de tiempo libre y condujimos de vuelta hacia el norte, parando en San Francisco para ver a Buzz y a Dale de Melvins, nuestra conexión, nuestros amigos, amigos de toda la vida.
Fue en North Beach, San Francisco, y Buzz (Osborne, líder de Melvins) nos dijo, «Hey, tocan Scream«. Y nosotros dijimos, «Oh, nos encantan Scream«. Fue una banda pionera de Washington D.C. y tenían a ese batería realmente bueno que tocaba esa batería inmensa.
Hablé con él un ratín y hablamos con Buzz, «Guau, qué batería más molón». Después Kurt y yo condujimos por la 101, «Creo que he encontrado al pavo», paramos en algún lugar de la costa de Oregón. Recibimos una llamada de Buzz, «Hey tíos, Scream se han ido a Los Angeles después de San Francisco y su bajista se ha ido, están arruinados (viviendo) en casa de la hermana del cantante». Era stripper y le debía dinero a su casero, así que llegó el casero y se llevó la puerta de entrada de la casa. Así que Dave estaba atrapado en Los Angeles, pero tenía suficiente dinero para comprarse un billete de avión y poder facturar su batería y se vino a tocar con nosotros. Quedamos enganchados, la cosa se solidificó enseguida.