El bajista de Metallica, Robert Trujillo, ha charlado con «The No Treble Podcast» (vía Blabbermouth), sobre lo nuevo del cuarteto de San Francisco.
Lo estoy pasando genial y lo estamos pasando todos genial. Y es divertido.
Hemos estado ensayando muchas ideas nuevas – borradores, por así decirlo. Y, sabes, James (Hetfield) está trabajando en melodías y experimentando con eso. Pero realmente es como que de alguna manera trabajas en partes, es un proceso eliminatorio y las ensayas. Las ensayamos y las metemos en nuestro sistema, las hacemos parte de nosotros.
Esa fue una de las cosas molonas que Rick Rubin (productor) nos transmitió cuando estuvimos montando las canciones para el último álbum. Era como, «Imagínate tocando estas canciones nuevas y tienes que mostrárselas a unos fans de un pequeñísimo bar o club que nunca antes has visto en tu vida». Así que nos dijo, «Levantaos. Que se levante todo el mundo». Estábamos en el estudio, ¿sabes? Pero básicamente era como, «Levántate y toca estas canciones. Haz que sean parte de ti». Y fue esa clase de discurso motivador que tenía sentido, ¿sabes? Al final tenía sentido. Porque es muy sencillo sentarte ahí y pasar por tus partes. Así que cuando estaba grabando mis partes de bajo, estaba ahí de pie dándolo todo (risas)
Al final, ya sean riffs o arreglos, letras… Toda la experiencia de componer un tema, especialmente con Metallica, es enrevesada, lleva su tiempo, es un proceso. Cuando tocaba en Infectious Grooves, era diferente porque entrábamos y pasábamos, yo que sé, cinco horas al día, cinco días a la semana (trabajando en ideas) y salíamos con dos o tres jams, formatos de canciones – proyectos, diría – y lo grabábamos en cinta. Y nos volvíamos a juntar en el estudio para grabar el álbum. Y Mike Muir, el cantante, se había llevado los cassettes y había trabajado en las letras y las melodías y «Nos vemos en el estudio». Lo siguiente que sabes es que estamos tocándolas. Y la batería solía hacerse en la segunda toma. Siempre queríamos coger la magia de la primera toma o la segunda toma. Eso es muy diferente de lo que pasa con Metallica, pero cada situación es diferente. Es una magia diferente la que quieres capturar.
Nosotros estamos ahora en una especie de escenario en el que estamos alimentando los arreglos. Y todo se va alimentando. Es como las transiciones… Probando todo lo que se pueda. Así son las cosas. Y creo que eso es lo que hace la música de Metallica genial y especial, porque es esa clase de orgullo y, bueno, el estar trabajando en una obra artística. Y tiene que hacerse bien. ¿Y eso qué significa? Eso significa explorar. James siempre tiene un puñado de palabras para una posible palabra. Quizá esta palabra no encaja, probemos con esta otra. Es mucho trabajo y lleva su tiempo, pero al mismo tiempo es importante y necesita hacerse de esa manera porque el resultado final es lo que oímos de Metallica y es lo que gusta a todo el mundo. Si no fuese así no sería Metallica. Es como… Usé el ejemplo de Infectious Grooves. Sabes que así es como Infectious Grooves debería hacer discos. Debería ser esta energía espontanea y capturar esa magia de la segunda toma. Pero con Metallica es un estilo y forma diferente para obtener una meta muy especial.