El álbum se pondrá a la venta el 30 de junio pero cortesía de Noisey podemos escuchar como suena el primer largo de Mutoid Man, «Bleeder».
Aprovechando que tenían la ocasión de hablar con el frontman Stephen Brodsky, le han preguntado por el futuro de Cave In que, dicho sea de paso, no parece demasiado halagüeño.
Por defecto, llevo con Cave In veinte años pero a estas alturas es complicado meter a todos a bordo para hacer cosas por distintas razones. Un par de chicos tienen agendas familiares bastante cargadas, ya no vivimos en la misma área. Es como con todo, cuando estás en tu propia burbuja es difícil romperla para salir de ella. Creo que lo más complicado con Cave In es que no hemos sacado un disco desde hace como cuatro años así que para esa banda hay un elemento pujante para ser creativo y simplemente hacer conciertos sin tener un nuevo disco que promocionar o ni tan siquiera un sello detrás – ahora mismo Cave In no tiene ni sello. Cave In está ahora mismo en este punto estacionario donde no estamos del todo seguros de cual es el próximo movimiento o si a estas alturas hay alguno (por hacer).
De Mutoid Man, Brodsky cuenta que pese a las evidentes capacidades técnicas de sus tres miembros, se centran en las canciones y no en demostrar lo capaces que son con sus instrumentos.
Creo que con Mutoid Man hay más enfasis en si la canción es o no lo suficientemente buena. Hay una diferencia entre tocar técnicamente donde no hay sitio para la imaginación contra dar espacio para que el oyente imagine qué pasa en las otras partes. Eso pasa mucho en el reggae, es una de las cosas que me encantan del reggae. Como cuando pongo algo de Desmond Dekker o así y cuando escucho ese disco puedo canturrear y hacer mis propias armonias, hago mis propias partes de percusión o canto una línea de guitarra que no está ahí y que se me ocurre porque el patrón es tan simple y plano que de deja hacerlo.
Creo que eso es una de las cosas de las bandas de rock de los 60 o 70, oyes esa adaptación del blues. La música blues es grande en cuanto a que es tan sobrio y desnudo que puedes – está hecho para ser escuchado y que quizá el oyente meta sus propias ideas y su propia cháchara entre medio. Así que tienes ese rock de los 60 y 70 tirando de toda esa era y amplificándolo, los Stones, The Who, Led Zeppelin, pillando y violando todo ese blues del delta y amplificándolo. Pero aún hay un elemento de espacio que se preserva. Creo que la atracción que tenemos por Sir Lord Baltimore, Captain Beyond, Grand Funk y eso es rock de mucha energía pero sigue habiendo algo de espacio para imaginar meter un poquito aquí y allí. Y en directo eso es genial también porque las canciones no son tan técnicas que te centras en reproducir la estructura creada en el disco. Hay algo de espacio para tontear.
El trío ha grabado el álbum con Kurt Ballou a los mandos de la producción.
Kurt es muy claro con sus opiniones y nosotros era algo que veíamos con buenos ojos porque todo el material que teníamos había llegado a cierto punto donde necesitábamos que alguien dijera, «¿Por qué estáis haciendo esto? Probad esto mejor». Había suficiente espacio para que viniera alguien como Kurt y dejara a punto todo para Mutoid Man.
Además sabíamos que queríamos tocar lo más en directo como banda posible porque el EP lo grabamos en directo. Creo que eso es parte del rollo de Mutoid Man. Y eso fue. No hubieron ediciones. Así que los cambios de velocidad o cosas que suenan algo erráticas se dejaron ahí. Así es como tocamos, ¿sabes? Y a Kurt le pareció bien.