El frontman de Soulfly, Max Cavalera, ha sido condenado a pagar daños y perjuicios a quien fuese su cuñada, Monika Bass Cavalera, quien le demandó después de difamarla en su autobiografía, «My Bloody Roots: From Sepultura To Soulfly And Beyond».
Cavalera la llamaba «puta» en el libro publicado en 2014.
Nunca me gustó la mujer de Igor. Era una puta. Gracias a Dios ya están divorciados. Cuando la conocimos, trató de ligar conmigo pero yo no quería con ella. Un par de semanas después, estaba con mi hermano lo cual siempre fue raro, como si fuese segundo plato. Eso siempre me ralló. Pero él se enamoró de ella.
Había algo en su forma de hablarle que siempre me molestaba. Decía cosas como, «Mi padre es rico: me puede comprar una gran casa y una gran vida. Ya puedes mejorar eso». Delante de todo el mundo. No la aguantaba, tío. Y aún no puedo. Más tarde me enteré que era la persona que quería y obtuvo el trabajo de Gloria (Cavalera, esposa de Max y antigua manager de Sepultura). ¡Y era auxiliar de dentista! ¿Como se hace manager una auxiliar de dentista? Increible.
Monika Bass Cavalera interpuso demanda contra Max en 2014 solicitando un millón de reales (248.000€) por daños morales. Un juzgado de Sao Paulo sentenció en favor de la mujer obligando a Max a pagar 12.500€ más costas y a retractarse públicamente en tres medios de comunicación distintos, leemos en Jusbrasil.
Ambas partes tienen quince días para apelar ante una instancia superior.