En una entrevista con la Rolling Stone, el frontman de Baroness, John Baizley, ha explicado el valioso apoyo que recibió durante la recuperación del traumático accidente que la banda sufrió durante una gira por el Reino Unido. James Hetfield, vocalista/guitarrista de Metallica, contactó con Baizley y le ofreció palabras desde la experiencia de haber sufrido también un accidente que terminó con su compañero y amigo Cliff Burton.
Su llamada fue tan importante como cualquier otra que recibí esa semana. Desde entonces me he enterado que, estando en el hospital – dos semanas y media, que en su momento me parecieron dos décadas y media – hubo mucha gente nerviosa o de alguna manera reticente a llamarme; no sabían en qué condición estaba o les preocupaba que necesitara tiempo o espacio. La verdad es que no. De hecho, cada vez que me llamaba alguien de EEUU, era un gran alivio para mi; era un recordatorio de que seguía habiendo un mundo que giraba y eso, a cambio, me hizo creer que había un lugar en el que podía trabajar una vez mi situación mejorara.
Pero fue muy bonita la manera en que me llamó. Era tarde por la noche en la sala de traumas; la mayoría de gente con la que compartía habitación era mayor y se iba a dormir pronto. Yo no me dormía de ninguna manera por razones obvias; me era muy difícil dormir. La enfermera era una señora mayor y me dijo, «Alguien le acaba de llamar – un tal Jim Hatfield o John Hartfield, algo así. Le he dicho que no sabía si estaba despierto o atendía a llamadas’. Le dije, ‘No conozco a nadie con ninguno de esos nombres pero me da igual si quiere venderme un lavaplatos o un seguro de vida – ¡tráigame el número porque necesito desesperadamente hablar con alguien!» Así que me dio un trocito de papel con el nombre de James Hetfield y un número de teléfono (risas)
Así que le llamé y tuve una de las conversaciones más realistas y sinceras que tuve esa semana. Me dio consejos obvios pero muy buenos. Viniendo de Hetfield, que había pasado por un trágico accidente de bus, y cosas más graves que las que yo pasé, sus palabras tenían cierto peso para mi. Cuando me dijo, «No te preocupes, las cosas mejorarán», pensé, «Bueno, si las cosas han ido mejor para él, irán mejor para mi». Tuve muchas otras conversaciones que no fueron con miembros de Metallica, en las que la gente me decía cosas que necesitaba oír porque en ese momento no me creía demasiado en ellos.