El incidente del saludo nazi de Phil Anselmo en el «Dimebash» sigue levantando cola. Como sabéis, el que fuese vocalista de Pantera, perdió los papeles en pleno concierto de homenaje a Dimebag Darrell el pasado fin de semana y en lo que él calificó como «broma interna», hizo el saludo nazi y gritó «white power«.

Ahora es Robb Flynn, frontman de Machine Head y presente en la velada, el que ha metido baza:

Estuve ahí y puedo deciros que no hubo chardonnay o pinot grigio a la vista en el backstage. De hecho, lo único que estaba bebiendo Phil Anselmo era la ‘cerveza alemana’ Becks (parodia el sieg heil) Quizá salga de ahí el chiste, ¿no? ¿Lo pilláis? ¿Cerveza alemana? ¿Poder blanco? Material la hostia de desternillante…

No ha habido ninguna persona blanca oprimida por gente negra, más bien al contrario. No está bien gritar ‘white power’ y luego disimularlo como un puto chiste sobre el vino blanco. Especialmente cuando no había. Sabéis, el quid de la cuestión es que estuve ahí en el Dimebash, lo pasé genial. Toqué con Dave Grohl, estuve con Zakk Wylde, Robert Trujillo, Dave Lombardo – hubo un gran ambiente.

Y cuando iba a subir al escenario, me crucé con Phil y quise entablar una pequeña conversación, ya que íbamos a tocar un par de temas de Pantera juntos y yo había estado de gira con Pantera un par de veces en 1997.

A los 30 segundos de estar ahí sentado hablando, el borrachuzo decidió hacerme saber de forma bastante clara que odiaba la «era negrata» de Machine Head, en referencia a nuestro tercer y cuarto disco, «The Burning Red» (hace burla de la voz de Anselmo), «Odiaba cada segundo de él, lo odiaba con pasión, la estúpida imagen».

Simplemente me reí en su cara, me reí en su cara. Le dije, «¿vas a mirarme y juzgarme por el aspecto que tuve en el pasado? Por la música que hice en su momento, le dijo la sartén al cazo».

Lo más asombroso de todo esto es que todos tenemos miedo de decir nada. Chris R. tuvo miedo de subir el vídeo, yo tengo miedo de subir este vídeo. Porque todos nos sentamos aquí y nos miramos y nos recuerda cada vez que hemos dicho la palabra ‘negrata’ y yo he dicho la palabra ‘negrata’.

A mi me asaltaron quince chicos negros, hubo un tiempo en que estuve cabreado. Pero bueno, aquello fue con veinte años y en algún momento de la vida, cambias. Sabes, esto ha abierto una gran discusión en la banda sobre si debo o no responder. Y la razón por la que me siento tan confiado en responder es porque tuve que estar en el puto escenario contigo -y te aseguro que no me quedé más en ese escenario cuando dijiste esa puta mierda- no solo estuve en el escenario cuando tocamos «A New Level» y tu estabas haciendo ‘sieg heil’ tras el «white power» como has hecho siempre, como has hecho siempre. Y nadie te dice nada. Ninguna banda te ha dicho nada.

He hablado con gente en tantas giras, «si, Anselmo está ahí arriba haciendo sieg heil y soltando las palabras white power», ¿por qué no le dices nada? «Oh, porque me encanta Pantera y quien quiere empezar ninguna mierda con él. Exacto, ¿quien quiere empezar mierda contigo? Eres un gran matón. Un tío grande que da miedo. Pero todo llega a un límite. Hasta aquí hemos llegado. Hace un tiempo que no me siento conectado con la comunidad metal. No lo pillo. No entiendo como esto se tolera. No entiendo como esta mierda se ve como aceptable, se pinta como aceptable.

¿Pienso que deberíamos linchar a Phil Anselmo y pedir su puta cabeza? No, eres más que bienvenidos a decir esas mierdas. Vives en América, libertad de expresión. Eres libre de decir white power y sieg heil todo lo que quieras. Pero esa libertad de expresión no te impide criticar ese discurso porque esa mierda está mal. Está jodidamente mal. Que alguien se siente ahí y diga, «oh, si te ofendió esto bla, bla, bla», si no te ofendió eso, a la mierda, a la mierda, a la mierda. No hay sitio para eso en el metal y si hay sitio para eso en el metal, dejadme salir. Dejadme salir. Adiós Phil Anselmo, nunca volveré a tocar una canción de Pantera mientras viva. Y a la comunidad metal que apoya esa mierda, hasta luego. No contéis conmigo, no quiero ser parte de eso.