El frontman de Bring Me The Horizon, Oli Sykes, decidió que la mesa en la que se sentaba Coldplay en la ceremonia de entrega de los premios New Musical Express, era el mejor lugar en el que cantar «Happy Song». La mesa aguantó poco el empuje de Sykes que aclaró posteriormente que no fue un acto premeditado:
No me llegaba el sonido a los oídos así que pensé, «Bueno, quizá haya sonido ahí fuera». No había sonido así que cuando volví había una mesa a la que me subí. Tampoco había ningún sonido ahí pero era algo un poco más energético ahí arriba. No era de ninguna manera una protesta contra Coldplay.