Que los directos de The Dillinger Escape Plan son pura adrenalina es innegable. Y que rara vez defraudan también. Sin embargo, hay algunos de sus directos que pasan a la historia por lo extremo de su actuación, como uno en el Virgin Mega Store de Nueva York en el que solo empezar, el frontman Greg Puciato, anduvo por encima de las cabezas de varios asistentes. O el concierto en el Reading Festival de 2002 en el que el vocalista cagó en una bolsa y la lanzó al público diciendo, «Vais a ver mucha mierda en este escenario hoy. Quizá veáis un poco más.»
Puciato ha charlado con Kerrang! (vía Theprp) sobre aquellos días de locura:
Estábamos tan descontrolados sobre el escenario por aquel entonces que ni nos parecía que fuese una locura tan grande. Esa es la locura al respecto que pensaba mientras veníamos hacia aquí que por aquel entonces incendiábamos la batería, destrozábamos los instrumentos, tirábamos material al público, tirábamos cosas suelo, rompíamos cosas que no eran nuestras. Había tanto caos por entonces que cagarse en el escenario y lanzárselo a la gente no parecía tan increíble, no parecía ser algo que fuese imposible.
Me chocó que hubiera levantado tanto revuelo, lo cual es una tontería porque, obviamente, es una locura. Objetivamente es una locura ahora que soy más mayor y lo veo. Lo raro es que si alguien lo hiciera ahora le arrestarían tan pronto bajase del escenario. Lo desactivarían. Ahora que soy algo más mayor no me puedo creer que no nos detuvieran porque tampoco era el gran final. Aún nos quedaban algunas canciones. Así que, ¿por qué nos dejaron seguir tocando? ¿Por qué no nos arrestaron al momento de bajarnos del escenario?
Esa clase de cosas en las que ahora pienso y bueno, me daban igual cuando tenía 21-22 años, no debía creer que me pudieran arrestar por nada. Trataron de expulsarme de Inglaterra, trataron de decir que podría no volver por conducta inmoral. Un par de días después de que pasara oímos que había la posibilidad de que no nos dejaran entrar nunca más en Inglaterra y todas esas mierda. Pero, por suerte, aquí estoy.
Era pronto y como la mayoría de gente, quieres sácartelo de dentro pronto pero nunca lo hice. Me lo aguanté. Y sabes, la tortuga, la malvada tortuga, fue bastante sencillo sacar a ese cabronazo de su agujero.
No iba a haber manera de que pensara que iba a seguir ganándome la vida haciendo esto o que en catorce años seguiría estando aquí charlando como Greg de Dillinger Escape Plan. Simplemente pensé que era una bola de fuego que iba a explotar o que tenía fecha de caducidad, no iba a haber manera de que esto pudiera continuar. Así que cuando nos preguntaban tocar en algo así en mi cabeza pensaba, «Bueno, esto no volverá a pasar, cuando voy a volver a tocar en un festival con bandas que no me gustan».
Y luego estaba eso otro, era la primera vez que tocábamos con bandas que no nos gustaban. Hasta entonces salías de gira con bandas con las que había amistad y nunca habíamos sido expuestos a cosas de masas, como cuando tocas con una banda como Puddle Of Mudd o lo que sea, lo cual me hizo tener esa sensación de, «oh, tengo que hacer una especie de declaración».
Así que fue una especie de combo de querer liar la más grande imaginable ya que nunca íbamos a volver a hacer algo así y también quería asegurarme de que no nos iban a permitir hacerlo de nuevo. Y luego hacer una declaración de un modo que fuese inevitable que la gente no viera.