Con los hermanos Cavalera de gira tocando el «Roots» de Sepultura andan ambos atendiendo a diversos medios para hablar del álbum de cuya publicación se cumplen 25 años.
Recuerda Max a Metal Insider las discusiones que mantuvo con Andreas Kisser por las afinaciones y la influencia que tuvo el autotitulado de Korn en el álbum:
Tuve que pelearme con Andreas porque Andreas era un purista. Primero ya me peleé con él en «Chaos A.D.» cuando quise afinar en D porque el resto del material de Sepultura estaba todo en E estándar. Le decía que Black Sabbath toca en D, tenemos que hacer algunas mierdas en D. Luego con «Roots», cuando le dije que teníamos que bajar a B – nos discutimos un par de veces de forma bastante seria. Yo estaba como, «Deja de tener la mente tan cerrada, gilipollas, ¡tenemos que hacer esto!» (risas)
No niego la influencia del primer disco de Korn, el cual escuchamos y nos gustó mucho. Me gustaba su crudeza y lo que Ross Robinson le hizo, razón por la que terminamos grabando con Ross. Echando la vista atrás, ahora experimento con cada afinación – A, D, E y cualquier posibilidad. Valió la pena pelearse para que pasara.
Algo del material de ese álbum es en D, como «Stright Hate», «Ambush», «Dictatorshit» y el resto es en B. Creo que mola porque no sonamos a Korn y creo que eso es lo que mola. Cuando Sepultura toca en B, por la forma de tocar de Iggor, por la forma en que están estructuradas las canciones, es muy diferente de Korn por lo que abre un mundo totalmente nuevo.
El sonido de las tomas que teníamos al terminar el disco era bastante mierdoso. Por eso se lo tuvimos que mandar a Andy Wallace – tuvimos que sacar toda la mierda del diamante para que brillara. Andy es un maestro e hizo un trabajo maravilloso – por eso el disco suena tremendo. Entre la producción cruda y casi mierdosa de Ross, al haberse grabado tan en crudo, y lo que hizo Andy, fue una combinación perfecta.
Ahora Max se arrepiente de no haber seguido adelante con Sepultura dando boleto a Andreas Kisser y Paulo Xisto Pinto, Jr.
Bueno, echando la vista atrás, fue un momento realmente difícil en mi vida, un periodo muy difícil porque nunca pensé que fuese a dejar la banda. Durante el primer mes no quise tocar más, me decía, «Se acabó». Solo quería colocarme y emborracharme y me importaba todo una mierda. Pero entonces, poco a poco, empecé a componer cosas y empecé a salir y molaba porque llevaba los mismos elementos que había estado sacándome antes.
Los riffs, las estructuras, estribillos, todo era muy similar pero fueron momentos difíciles y me alegra que haya pasado – no querría nunca más volver a esos momentos. A mucha gente le gustó el primer álbum de Soulfly, mucha gente dice que es su favorito. Quizá es porque haya algo de desesperación en ese disco (risas) Es como si has perdido todo y tienes que empezar de nuevo con lo que tienes.
Llevaba a Sepultura muy cerca de mi corazón, era como mi bebé. Ahora, tras todo el tiempo que ha pasado y pensándolo bien, Iggor y yo deberíamos haber echado a esos dos gilipollas y quedarnos con el nombre; porqué no lo hicimos, no lo sé. En aquel momento no tuve la perspectiva para hacerlo así que simplemente me fui. Por eso creo que esta gira es tan especial porque puedo volver a esos tiempos de un álbum en el que estuve muy involucrado con las ideas del álbum – eran casi todo mis ideas por eso llevo «Roots» tan cerca de mi corazón.
Ahora, 20 años después, volver y hacer esto de nuevo con Iggor es maravilloso – es la mejor parte de esta historia. Es un final feliz pese a haber tenido que pasar por todos esos duros momentos para llegar donde estamos.