Se cumplía ayer un año del trágico atentado terrorista de Paris que terminó en la sala Le Bataclan con 90 muertos que asistían a un concierto de Eagles Of Death Metal. Anoche se reabría el local con un concierto de Sting al que, según leemos en France Press, quiso acudir Jesse Hughes, frontman de Eagles Of Death Metal, pero no se le permitió el acceso.
El motivo no es otro que las distintas declaraciones que Hughes ha ido haciendo a lo largo del año insinuando que los atentados contaban con ayuda del interior de Le Bataclan. Esas declaraciones ya provocaron la caída del grupo de diversos festivales veraniegos.
Así, el codirector del local, Jules Frutos, ha explicado:
Vinieron y les expulsé – hay cosas que no puedo perdonar. Hace esas declaraciones increíblemente falsas cada dos meses. Es una locura, acusar a nuestra seguridad de ser cómplice con los terroristas… Basta. Cero. Esto tiene que parar.
La banda, por su lado, por boca de su manager, Marc Pollack, niega a Billboard que hubiera querido entrar en Le Bataclan:
Este día no es sobre Jesse Hughes o Eagles Of Death Metal. De hecho, Jesse está en Paris para compartir sus recuerdos de los trágicos acontecimientos de hace un año con sus amigos, familia y fans. Esto trata del recuerdo de la trágica pérdida de vida que sucedió delante de sus ojos durante su concierto y este cobarde, Jules Frutos, siente la necesidad de embarrar la reapertura de su club contando falsas historias a la prensa, y manchando una maravillosa oportunidad que podría haberse usado para extender la paz y el amor, y (en su lugar) extendiendo malintencionadas palabras de odio. Jesse nunca ha intentado entrar en el club para el concierto de Sting.