El 20 de mayo de 1997, Foo Fighters publicaba el disco que comenzó a consolidarlos como una banda con identidad propia: Dave Grohl dejaba de ser sólo «el baterista de Nirvana» y comenzaba a demostrar una voz, una habilidad para componer y un carisma que lo convertirían en uno de los frontmen más reconocidos del rock.
Luego de un debut publicado en 1995, compuesto y grabado completamente en solitario como una especie de catarsis en un momento de su vida en el que no tenía claro si podría seguir haciendo música, Dave Grohl formó una banda para salir de gira a promocionar «Foo Fighters» y, al poco tiempo, consiguió un contrato con Capitol Records que le permitió grabar un «auténtico debut» con mayor difusión y presupuesto, sin perder el control creativo sobre su proyecto.
Con varios singles memorables, cuyos originales videos son parte de la memoria de una generación entera, «The Colour and The Shape» es todavía el disco más vendido y, probablemente, el más reconocido de Foo Fighters.