Justo un día antes de la trágica muerte de Adam «MCA» Yauch, Beastie Boys fueron demandados por la discográfica TufAmerica acusándoles de samplear música de la banda Trouble Funk en los álbumes «License to Ill» y «Paul’s Boutique» sin contar con el preceptivo permiso, cuentan en Hollywood Reporter.
Esta semana, los abogados de los raperos neoyorquinos solicitaban que la demanda se archivara. La pregunta fundamental que surgió fue porqué tantos años después se interpuso la demanda. El argumento esgrimido por los demandantes es que el avance de la tecnología ha permitido analizar con mayor detenimiento los samples. Según la demanda, los samples fueron «efectivamente ocultados» para el «oyente normal» y solo pudieron ser descubiertos «tras un cuidadoso análisis de audio.»
Beastie Boys usan ese mismo argumento para demostrar que su trabajo es distinto de las canciones que les acusan de samplear, «porque los demandados admiten que un oyente normal no puede identificar las composiciones musicales y grabaciones sonoras de los demandados… No puede haber similitud sustancial.»
En resumen: unos reclaman dinero por uso de samples sin autorización mientras los otros aseguran que como no se oyen, no ha lugar a la demanda.