Jarro de agua fría el que echa Andreas Kisser a los fans de Sepultura que esperaban que el próximo año se produjera el esperado regreso de la formación original de los brasileños. En declaraciones a la edición alemana de la revista Metal Hammer el guitarra afirma no entender las razones que han llevado a hablar estas últimas fechas a Max Cavalera mostrándose optimista sobre un posible regreso del grupo.
«No tengo ni idea de porqué ha ido diciendo eso, tío. Está forzando la situación pero esa no es la forma de hacerlo. Debería hacer un acercamiento un poco más profesional. Primero de todo, debemos hablarnos todos de nuevo y luego podemos tratar de hacer algo bueno y decente para los fans. Hasta ahora no hay nada al respecto de una reunión: son todo rumores. Queremos mantenernos al margen de todo eso pero está empezando a dañar el trabajo que yo, Paulo (Xisto), Derrick (Green) y Jean (Dolabella) están haciendo. Por eso estoy dando esta entrevista. La gente está más interesada en una posible reunión que en nuestra próxima gira 'Dante XXI'. Solo quiero dejarle claro a los fans que no se va a producir una reunión el año que viene. Eso seguro. Con Sepultura siempre era así: tendréis la respuesta en el escenario. Puedo decirte cientos de palabras aquí pero lo que cuenta es lo que pasa en el escenario. Para nosotros es importante salir y tocar en directo y tras eso, la gente podrá juzgar por ella misma.»
El ex-batería Igor Cavalera declaró que los actuales Sepultura deberían dejar el nombre una vez terminaran la gira de «Dante XXI» ya que no tienen derecho a hacer uso del mismo. Kisser lo tiene claro: «No sé de qué habla. Él se fue y ni él ni Max (Cavalera) tienen los derechos del nombre. A Max le llegan sus royalties por todos los discos en los que tocó, eso es todo. No echamos a Igor. Nosotros queríamos que se quedara y terminar el ciclo. El nombre sigue con nosotros -yo, Paulo y Derrick- e Igor lo sabe. Todo el que diga otra cosa miente.»
La relación con los hermanos Cavalera es puesta sobre la mesa. «La relación con Igor es buena, seguimos hablando. La semana pasada era el cumpleaños de mi tercer hijo y sus hijos vinieron a su fiesta. Yo e Igor tenemos una larga relación que incluye familia y amistad. Ya no hablamos tanto como solíamos pero no hay resentimientos. No hay ninguna pelea.
Con Max, la última vez que hablé con él fue en Londres, cuando hicimos el último concierto de la gira de 'Roots'. Era diciembre de 1996. He visto dos veces a Soulfly – una vez en Los Angeles, hará seis o siete años y este año en New York. Estuve ahí para ver el concierto, no hablamos. Desafortunadamente yo y Max no tenemos conexión. Además, tampoco hemos tenido la ocasión de hacer juntos ningún concierto con Soulfly y Sepultura, así que no ha habido conversación en estos últimos 10 años.»
Se sincera el guitarra sobre la tan promocionada reunión. «No veo la reunión como un paso adelante. La gente actua como si nada hubiera pasado después de 1996 -y eso es estúpido. Si decidimos volver a tocar juntos en un futuro, sería la oportunidad de empezar algo nuevo. Max ha tenido sus experiencias con Soulfly y nosotros las nuestras con Sepultura. Esa debería ser una base positiva desde la que crear algo positivo y no solo copiar la gira del 'Roots' como si nada hubiera pasado en estos últimos 10 años. Veo que ocurrirá pronto pero tenemos que hablar los unos con los otros. Hicimos locuras pero siempre lo pasábamos bien. Así debería ser. No quiero ser el esclavo de un nombre como Max e Igor tratan de ser. Eso es bastante débil. Yo no estoy cabreado -pueden hacer lo que quieran- pero no deberían ponerse en nuestro camino. Respetamos que dejaran Sepultura; ahora ellos deberían respetar que sigamos en la banda.
Hay muchos egos y gente involucrados y eso llevará tiempo. Mira a Black Sabbath, Motley Crue o Anthrax: han tenido que pasar por dificultades antes de poder volver a juntarse. Pero es que nosotros ni hemos empezado a hablar así que no está pasando nada ahora mismo.
Yo no quiero juntar de nueva la banda, salir al escenario y recoger mi cheque. Esa es una de las razones por las que no veo que vaya a ocurrir el año que viene. La gente quedaría decepcionada porque sería una mierda. Si lo hacemos como debe hacerse, involucramos a todo el mundo y hablamos los unos con los otros, sería posible pero no tan pronto. Llevará por lo menos un año preparar una cosa tan grande como esta.»
Y otro tema a aclarar será la situación de la esposa de Max Cavalera, Gloria, para muchos la particular Yoko Ono de los brasileños. «Si, ella sigue ahí. Ese es el tema: necesitamos empezar a hablar de nuevo y tener una conversación como adultos.»
¿Ve Andreas Kisser en el horizonte un disco de estudio con la formación original? «No lo sé; el tiempo lo dirá.«