Zak Tell, líder de los suecos Clawfinger, ha charlado con Metalhead.ro sobre el nuevo trabajo de su banda, «Life Will Kill You«.
«Lo compusimos, grabamos y produjimos nosotros en nuestro estudio Fear & Loathing que tenemos con Meshuggah. Creo que empezamos a componer canciones en septiembre/octubre de 2006 pero honestamente no me acuerdo exactamente. Pasamos un mes o así tratando de encontrar el rollo adecuado y como siempre las cosas fueron bastante lentas cuando teníamos que ver si aún teníamos lo que hay que tener para componer canciones. Tras un tiempo sin saber lo que hacíamos nos dimos cuenta de que éramos libres de hacer lo que sintiéramos que debíamos hacer y darle una oportunidad a todas las ideas que nos vinieran. Creo que por eso este álbum es mucho más variado que la mayoría de nuestros pasados lanzamientos.»
El grupo ha producido íntegramente el álbum. Lo cuenta Tell: «Todo nosotros, tío. Bueno, quizá no tanto yo porque soy bastante inútil con el aspecto técnico de las cosas pero Jocke (Skog, teclista) es un mago del estudio y Bard (Torstensen, guitarrista) tampoco es malo en ello. Con lo único que tuvimos ayuda fue con la masterización que debe hacerse para tener bien los balances y frecuencias. Tras 14 años sacando álbums y 15/16 juntos sería extraño si no domináramos más las cosas que al principio.»
El vocalista explica que pese a que «Little Baby» es considerado como el primer single del álbum, vendrán más temas presentando el disco. «Bueno, de hecho estamos haciendo vídeos para cuatro canciones así que 'Little Baby' es una de las cuatro canciones elegidas. Nos pareció una idea inteligente hacer varios (vídeos) esta vez en estos tiempos que corremos donde la gente mira más Youtube que la MTV. En cuanto a 'Little Baby' como una de esas cuatro, la razón es simple: es una canción bastante triste sobre un padre que abusa sexualmente de su hija. Es una canción que afecta porque es sobre un inmenso problema y me duele pensar en esos niños que debe pasar por una experiencia horrible como esa. Los niños no diferencian entre lo que está bien o mal y por ello no tienen posibilidad de defenderse en esa clase de situaciones. Los adultos, en cambio, saben exactamente lo que pueden o no hacer a no ser que tengan un serio defecto, sean individuos enfermos o hayan pasado ellos mismos por tanto dolor que no tienen la capacidad de diferenciar entre lo que está bien o mal.«