Ivan Moody, frontman de Five Finger Death Punch, ha hablado con Metal Shrine de los diversos invitados que aparecen en el doble disco que la banda prepara («The Wrong Side of Heaven and the Righteous Side of Hell») y cuyo primer volumen se pondrá a la venta el 30 de julio.
La primera que conocimos fue la de Rob Halford, vocalista de Judas Priest, que canta en «Lift Me Up».
Quedé asombrado. Fue jodidamente maravilloso. Se viene al estudio y está grabando el tema y es absolutamente surrealista en ese momento. Se iba y, esto es verdad, fui a darle la mano y me dio un abrazo y yo estaba temblando, tío. No sabía qué decir o hacer y terminó siendo el ser humano más humilde y terrenal que haya conocido nunca. Realmente sincero, muy bien hablado y es una experiencia por la que vives toda tu vida.
Pero no es la única:
Tenemos a Max Cavalera, del que soy un grandísimo fan y hemos podido salir de gira con Soulfly a veces y Sepultura es uno de mis grupos de metal de todos los tiempos. Tenemos a Jamey Jasta de Hatebreed y nuestra relación se retrotrae a muchos años atrás y siempre he admirado su estilo. Tenemos a Maria Brink de In This Moment y para darle un giro, tenemos a Tech 9. Estoy con ganas de que el mundo se haga con (el disco).
El que fuese vocalista de Motograter tiene planes de poner en marcha otro proyecto para cuando Five Finger Death Punch terminen el ciclo de gira.
Voy a hacer un proyecto paralelo tras este próximo ciclo de álbum. Ya tengo a algunos tipos esperando, de los que estoy muy orgulloso de poder decir que voy a trabajar con ellos.
He hablado con los chicos (de Five Finger Death Punch) y tras hacer cinco discos como este, es momento de alejarnos un poco y de esa manera, cuando volvamos a hacer el próximo álbum, todo volverá a ser fresco para nosotros. Estoy con ganas de hacer este proyecto paralelo.